La Gemología ha ido evolucionado al compás de los logros en la producción de cristales sintéticos y otras imitaciones de gemas. Nuevas gemas sintéticas que hasta hace poco tiempo no se podían obtener ahora son habituales en el comercio de piedras preciosas. En consecuencia, los laboratorios gemológicos hemos tenido que ir ampliando nuestra formación y adaptando nuestro equipamiento para hacer frente a estos nuevos retos. Uno de ellos, quizá el más notable por su envergadura económica, es la producción relativamente generalizada de diamantes sintéticos de pureza, color, tamaño y coste aptos para se utilizados en joyería. Sin olvidar, por supuesto, nuevos tratamientos para modificar el color artificialmente en prácticamente todas las gemas que conocemos.
Aunque este panorama nos puede inducir a pensar que los instrumentos empleados hasta ahora en los laboratorios gemológicos han quedado obsoletos, no es así. Aparatos como el refractómetro gemológico, el espectroscopio manual o la balanza hidrostática, entre otros, siguen realizando su función en la identificación de las gemas. No obstante, ahora se presenta la necesidad de ampliar el equipamiento de los laboratorios con instrumentos más sofisticados que, a menudo, tienen un elevado coste. Y, como siempre, sigue sin existir ninguna técnica analítica que resuelva todos los problemas que se nos plantean. Al contrario, se requiere una combinación de técnicas que nos suministren la información necesaria para llegar a emitir un juicio acertado y concluyente.
Un instrumento que, en la actualidad, se ha convertido en uno de los pilares fundamentales en los laboratorios gemológicos es el espectrómetro de infrarrojos FTIR. Por ello, el laboratorio gemológico MLLOPIS ha adquirido un espectómetro FTIR Thermo Scientific Nicolet iS10 que alcanza un intervalo de longitudes de onda entre 7800 cm-1 y 350 cm-1. Este aparato nos suministra información de los ejemplares midiendo la cantidad de luz infrarroja absorbida o transmitida por el ejemplar estudiado en forma de gráfica.
Algunos casos en los que este instrumento nos aporta información relevante son los siguientes:
Diamante
Clasificamos los diamantes para su estudio en función del tipo de elemento que entra como impureza en su estructura como impureza y la posición que ocupan en la geometría del cristal. Cuando los diamantes contienen átomos de nitrógeno como agregados los clasificamos Tipo Ia, si el nitrógeno está disperso en la red cristalina son Tipo Ib, pero cuando no tiene nitrógeno detectable en su estructura cristalina los clasificamos como Tipo II, estos diamantes, a su vez, los clasificamos por su contenido en boro, Tipo IIa, sin boro; y Tipo IIb con boro. La mayoría de los diamantes naturales (98%) son del Tipo Ia. La espectroscopía de infrarrojos nos ayuda a identificar el tipo al que pertenece el ejemplar estudiado.
Esmeralda
Las esmeraldas naturales tienen un contenido muy elevado de agua. Estos componentes producen unos picos muy marcados en el espectro alrededor de 3500 cm-1. Las esmeraldas sintetizadas por el método de fundente tienen muy poco contenido de agua por eso no presentan picos significativos entre 3500 y 4000 cm-1. Además, las esmeraldas naturales tienen más dióxido de carbono CO2. Las esmeraldas sintéticas hidrotermales muestran picos marcados entre 2500 y 3000 cm-1. Pero las esmeraldas naturales tiene un pico más marcado a 2358 cm-1 que no es visible claramente en las sintéticas.
Tratamiento de rubí con difusión de berilio.
La espectroscopía de infrarrojos FTIR no detecta niveles bajos de iones metálicos, por ejemplo berilio, pero muchas gemas naturales tiene cantidades detectables de agua que con el tratamiento se pierde. Si no encontramos los picos de absorción típicos en la región de OH (4000-3200 cm-1) y el pico a 3310cm-1, típicos de los rubíes y zafiros naturales, deberemos continuar el análisis del ejemplar para emitir un dictamen concluyente.
Jade
Uno de los tratamientos que se utilizan para mejorar el aspecto del jade consiste en impregnar los ejemplares con una resina sintética para mejorar su transparencia y textura. En esos casos, la gráfica del espectro de infrarrojos presenta picos característicos en torno a los 3000 cm-1 que revela el tratamiento.
Estos son solo algunos casos en los que el empleo del método analítico de espectroscopía de infrarrojos nos aporta información importante de los ejemplares que entran en nuestro laboratorio para certificar o emitir un informe.
El laboratorio gemológico MLLOPIS es consciente de que la actualización constante de los medios y el conocimiento de toda la comunidad gemológica siempre repercute, de una manera u otra, en el progreso de nuestra profesión. Por eso, ponemos este tipo de análisis a disposición de nuestros asociados y de los gemólogos que quieran ampliar o complementar algún informe. Los interesados pueden consultar las condiciones y la tarifa llamando al 963 74 90 78 o escribiendo a info@gemologiamllopis.com