A veces, los gemólogos debemos emplearnos a fondo para diferenciar, con los medios gemológicos estándar, gemas que tienen sus constantes físicas en una intervalo muy próximo o incluso que se solapan. Veamos un ejemplo, la clinohumita es un especie mineral que, de vez en cuando, presenta cristales aptos para tallarse y producir gemas muy atractivas. Los colores de clinohumita que podemos encontrar van del amarillo intenso hasta el naranja oscuro. En el laboratorio gemológico MLLOPIS adquirimos recientemente un ejemplar con el fin de estudiarlo e incorporarlo a nuestra colección.
Nuestro ejemplar de clinohumita es de color naranja claro, transparente y con brillo vítreo, está tallado en estilo pera, mide 7,70 x 5,10 x 3,60 mm y pesa 0,95 ct. Los índices de refracción de esta gema, máximo y mínimo, son 1,668 – 1,631; y la birrefringencia es de 0,038. Si consultamos una tabla con los índices de refracción de la mayoría de las gemas comprobaremos que en ese rango hay algunas gemas poco comunes, por ejemplo la bustamita o la jeremejeita, por citar algunas gemas raras entre muchas otras. Estas gemas a menudo tienen un color característico, pero no siempre. En realidad, casi todas las gemas pueden confundirse por el color. Pero al estudiar los ejemplares podemos averiguar el valor de otras propiedades gemológicas, casi siempre sin mucha dificultad, y encontrar las caracteríticas que identifican concluyentemente un ejemplar.
Siguiendo los ejemplos anteriores, el valor de la birrefringencia de nuestra clinohumita es muy elevado (0,038) y ya es, por sí mismo un dato que diferenciaría esta gema de la bustamita o la jeremejeitala con valores de índice de refracción parecidos pero con una birrefringencia claramente diferente, 0,007-0,013 y 0,018 respectivamente. La elevada birrefringencia de la clinohumita se observa fácilmente con la lupa 10x o con el microscopio gemológico porque al mirar a través de la tabla vemos el efecto de desdoblamiento de las aristas de la culata y las inclusiones. Así pues, las inclusiones de tubo finos y largos orientados paralelamente entre sí y algunas fracturas internas de nuestro ejemplar se ven dobles.
Además, si trabajamos metódicamente con el refractómetro veremos que la clinohumita es biáxica y su signo óptico es (+). Así pues, la información que nos suministra el refractómetro, aunque en un principio parecia que no era demasiado importante, nos ha ayudado a discriminar otros materiales que podían confundirse con la clinohumita.
Por otra parte, mediante la balanza hidrostática averiguamos que el peso específico de nuestro ejemplar es de 3,17. Aunque en este caso el margen del valor del peso específico de la clinohumita publicado en medios gemológicos es tan amplio (3,13 – 3,75) que pierde fuerza como información concluyente. Pero una sencilla prueba de fluorescencia, un ensayo muy rápido, nos revela un dato importante: bajo la lámpara de luz ultravioleta de onda larga (366 nm) es inerte, pero con onda corta (254 nm) presenta fluorescencia de color amarillo de intensidad media. Esta respuesta no es habitual, a menudo las gemas que tienen fluorescencia con luz ultravioleta la tienen más intensa con onda larga que con onda corta, al contrario que nuestro ejemplar. Y, por tanto, esta sencilla prueba nos indica que nos encontramos ante una gema que debemos inspeccionar con mucho detenimiento.
Escrito por José Manuel Rubio Tendero