Artículo de ABC CIENCIA 11/6/2014

Los diamantes tienen fantásticas propiedades como su alta resistencia al desgaste y su dureza, lo que, unidos a su belleza, los ha convertido en el símbolo clásico del compromiso eterno. En un ámbito más práctico, esta piedra se utiliza desde mucho tiempo en el corte, perforación y pulido de otros materiales. Sin embargo, su pobre estabilidad térmica ha limitado estas aplicaciones. Puede que eso no le importe cuando mire su anillo de compromiso, pero en el ámbito de la industria juega un papel fundamental. Por este motivo, un grupo de investigadores de la Universidad Yanshan, en Qinhuangdao (China), ha intentado crear de forma sintética el diamante más fuerte del mundo. Y, según explican en la revista Nature, lo ha conseguido. Han desarrollado una joya artificial con propiedades mecánicas y térmicas sin precedentes, un diamante aún más resistente que los creados por la naturaleza.

Los antiguos egipcios pueden haber sido los primeros en utilizardiamantes en sus herramientas, aunque no existen pruebas consistentes de ello. El uso de diamantes para perforar rocas sí está documentado en el siglo XVIII. La necesidad de brocas fuertes, resistentes al desgaste para la perforación industrial y la búsqueda de petróleo llevó al desarrollo de una nueva clase de material superduro en la década de los 80 que consiste en granos de diamante unidos con cobalto metálico.

Pero la principal desventaja de estos materiales es que comienza a oxidarse a unos 700ºC, lo que lleva a un desgaste severo de las herramientas de diamante a altas temperaturas. Los intentos para aumentar la dureza del diamante por la disminución de su tamaño de grano han tenido éxito, pero a costa de una estabilidad térmica aún más pobre.

«Gemelos»

Los investigadores aseguran que han superado este problema mediante la síntesis del diamante con una estructura a nanoescala que consiste no en granos minúsculos, sino en una especie de «gemelos» de cristal, una red cristalina en la que impera la simetría. Utilizando nanopartículas de carbono y con la aplicación de una gran presión y temperatura, han hecho un diamante con un tamaño promedio de sólo unos 5 nanómetros, la microestructura más diminuta lograda jamás en el diamante.

El aumento de la dureza de este nuevo diamante se acompaña de una temperatura de oxidación de más de 200ºC mayor que la del natural. Los investigadores creen que sus resultados pueden dar lugar a nuevos materiales con propiedades excepcionales. Eso sí, es difícil imaginar que cualquiera de nosotros pueda lucir algo así algún día en el dedo anular.


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