ESPECIAL 20 AÑOS de GOLD&TIME
PROTAGONISTAS DEL SECTOR JOYERO Y RELOJERO EN ESPAÑA
ENTREVISTA MANUEL LLOPIS | LABORATORIO GEMOLOGICO MLLOPIS
Manuel Llopis es una autoridad en el ámbito de la Gemología de nuestro país, con una extensa experiencia acreditada. En esta amplia entrevista nos habla sobre su día a día en el trabajo y sobre los retos que la Joyería y la Gemología tienen por delante en España.
Comenzando por lo más obvio, ¿qué servicios ofrece al profesional y al cliente final un laboratorio gemológico?
En MLLOPIS nuestros servicios son muy variados. Nos dedicamos a la tasación de joyas y gemas, información necesaria para una herencia, para asegurar tus joyas, para un préstamo, simplemente para saber lo que tienes, o porque quiero vender una joya o gema y le quiero transmitir confianza a mi cliente.
Certificamos diamantes y piedras de color.
Clasificamos lotes de gemas. Esta actividad es habitual para compraventas que han almacenado piedras procedentes de los desengastados de joyas que se han fundido y ahora toca sacarle partido a esas piedras que se pueden volver a introducir en el circuito volviéndolas a vender a fabricantes para que realicen nuevas joyas con ellas.
Damos cursos de formación gemológica a profesionales y a curiosos de la Gemología o aficionados.
Con la formación, enseñamos a manejar instrumentos gemológicos que vendemos en nuestra tienda online, así como gemas de colección y/o estudio. Al mismo tiempo incorporamos en esta tienda online la venta de libros de interés gemológico o relacionados con la joyería.
Asesoramos a quien nos lo solicite, preferentemente lo hacen los profesionales en cuestiones de Gemología y Joyería, mediante la figura del Asociado a MLLOPIS, es por ello que se disponen de dos modalidades, socio y socio profesional.
El análisis y la certificación de gemas es un buen termómetro para evaluar el estado del sector, ¿cómo lo ves ahora mismo?
Sí percibimos que hay más concienciación por parte de los consumidores de la necesidad de los certificados. Vemos que clientes, tanto particulares como profesionales, se interesan por la naturaleza de su piedra, si ha sido tratada o no, si tiene algún relleno, si puede ser sintética. En muchos casos lo que más importa es si está calentada o no. Aún así en general, parte del el sector ve la certificación como una barrera económica, tiene un coste que el público intenta ahorrar.
En general sí que notamos que en ese consumidor final, hay una inquietud por saber si tal o cual gema que tiene en un rincón olvidada, sin usar desde hace mucho tiempo, “si es que no me la pongo”, “¿A dónde voy yo con esto tan grande?”, y frases similares para justificar el que quieren saber lo que es y lo que vale porque la quiere vender. Entiendo que es consecuencia de una economía frágil, y una inestabilidad política que crea incertidumbre en los consumidores.
¿Aunque en las grandes gemas es habitual, por qué no cala entre el público final –e incluso en el comercio—la necesidad de un certificado que acredite su veracidad y suponga una ventaja competitiva frente al resto?
Al público final, en mi opinión, le falta más información en cuanto a conocer el significado de los certificados de gemas y los informes gemológicos de joyas. También pienso que la poca formación de algunos joyeros, no facilita el que el cliente final esté suficientemente informado. Desde MLLOPIS ponemos nuestro granito de arena en nuestro BLOG de Gemología de nuestra web gemologiamllopis.com en la necesidad de que una joya con un informe gemológico que la acompañe, al igual que una gema con su certificado gemológico son necesarios en una transacción comercial. Hacen que todo sea más transparente. Un informe gemológico de joya o un certificado de diamante o piedra de color, ambos dan valor añadido a joya y gema, .evita responsabilidades a las partes y da confianza al consumidor final. Se evitan fraudes y ambos, comprador y vendedor tienen cubiertas sus responsabilidades.
Aún así. Como decía antes, en muchos casos se ve como un coste innecesario, “¿por qué voy a certificar si me lo está vendiendo el joyero de toda la vida?”, o “Cómo me van a engañar en esta joyería de tanto nombre, tan lujosa, tan importante”. Estas situaciones como las de joyerías muy lujosas, reconocidas y afianzadas en el tiempo, hacen que el cliente confíe mas en las apariencias y en la no necesidad de los certificados, les basta con una tarjeta o un pequeño documento que emite el joyero en donde indica, el peso, tipo de metal, que piedra es y poco más, sin que ningún gemólogo firme ese “pseudocertificado”, porque la sola palabra de la joyería les es suficiente.
Quiero recordar a los lectores, que hoy por hoy todavía no es obligado tener a un gemólogo en una joyería. No veo ningún interés por parte de la Administración y de “los poderes fácticos de nuestro sector” en que esto se cumpla. Quiero hacer hincapié en la necesidad de un Colegio de Gemólogos Nacional. Seguramente moriré antes de que se cree.
La labor de un laboratorio depende en buena medida de la tecnología, especialmente en un momento de aparición de nuevas síntesis y otros productos de dudosa procedencia ¿Cómo se adapta un laboratorio gemológico de tamaño medio a los complejos problemas actuales sin que se disparen los costes en equipamiento?
Con el aumento de los métodos de síntesis, de los tratamientos y de la incorporación de nuevas gemas al comercio, cada vez necesitamos mas instrumentos sofisticados, mas formación para nuestros gemólogos, mas gemas patrón de estudio para investigar, de tal manera que los conocimientos adquiridos reviertan en nuestro sector, en las relaciones comerciales con gemas y joyas y sigan dando confianza nuestros certificados e informes gemológicos de gemas y joyas a los .consumidores.
Sin embargo, hay que hacer malabarismos económicos para poder estar formados y tener instrumental de vanguardia. Los consumidores, fundamentalmente muchos de los profesionales de nuestro sector no entienden que para dar una información sobre tal o cual gema o su tratamiento, el laboratorio tiene que tener instrumental de elevado coste y ven honorarios caros según su percepción, lo que hace que les frene en la solicitud de mas informes. La percepción del cliente es que has hecho poco trabajo y me estás cobrando mucho, no ven todo lo que hay detrás..
MLLOPIS tiene acuerdos con Departamentos de la Universidad de Valencia para usar instrumentos sofisticados cuando lo necesitamos.
Otro de los pilares del laboratorio es la formación, tanto física como virtual a través de su página web www.gemologiamllopis.com ¿A grandes rasgos, detectas un aumento del interés en la formación por parte del sector?
Lamentablemente no veo más interés, más bien poco interés en la formación gemológica de empleados y propietarios de joyerías. Creo que el día a día en el que están inmersos, con todos los problemas actuales, como el que el sector está en apatía, hay pocas ventas, que cada día surge un problema que solucionar, que si el IVA, el IBI, que si el IRPF, que si el impuesto de sociedades, que si la renta, nóminas, seguros, gastos generales, …, todo ello unido a que los clientes ya casi ni salen de casa para hacer una compra, la hacen por Internet, hace que se pospongan las necesidades, “ya lo haré”, “ya veré tal o cual programa del curso”, “ahora no me viene bien”, “más adelante”, o “¿para qué”, si a lo mejor tengo que despedir a mis empleados”.
Pues sinceramente, no veo mas interés. Incluso MLLOPIS ha recibido la acreditación de FUNDAE para bonificar cursos de formación, pues aún con eso, muchos profesionales se lo piensan y anteponen, idiomas, o el manejo de las hojas de Excel, o escaparatismo, etc. a la formación gemológica. Todo ello unido a, como decía antes, de que no hay obligación de tener un gemólogo en una joyería.
Dentro de esta apatía por la formación, lo más demandado suele ser los conocimientos de Diamante, como identificarlo y valorarlo, sin pensar que para llegar a ello, desde mi punto de vista, tienes que tener una formación en Gemología Básica previa, que es la que tratamos de hacer ver e inculcar a los profesionales.
Sí que es verdad que cada vez más nos solicitan muchos presupuestos de formación privada para empresas, porque quieren horarios y fechas especiales, porque los programas de formación hay que ajustarlos a sus necesidades de empresa, pero no todos se materializan. Preparamos muestras, fichas de prácticas, colecciones de gemas adecuadas a las necesidades, etc. Todo ello tiene coste adicional que no siempre es bien visto por las empresas.
Hablando precisamente de formación hace unas semanas diste el salto a México. ¿Cómo ha resultado esta experiencia? ¿Crees que Iberoamérica es un potencial mercado para la gemología española?
La experiencia ha sido muy gratificante. He conocido a gente encantadora, lugares históricos, nuevos clientes potenciales, he hecho amigos, he aprendido algo de su cultura y más cosas. Me ha servido para darme cuenta de que fuera de España MLLOPIS es muy apreciado como laboratorio de Formación Gemológica y de Tasación y Valoración de Joyas, de que nuestra actividad de formación está tan valorada como en mi propio país.
Efectivamente Iberoamérica es un potencial para nuestra gemología. Son pocas las Escuelas de Gemología, hay pocos titulados en Gemología, En el caso concreto de México, su formación, a nivel de Valuadores pasa de la propia experiencia adquirida por los mas veteranos, que han recibido cursos de formación puntuales, y son ellos los que transmiten dicha información a las nuevas generaciones de valuadores, pero en muchos casos les falta la formación básica, los cimientos. Su sector se ha dado cuenta y están tomando nota para hacer cambios que poco a poco van a poner en práctica y estoy convencido de que van a contar con nosotros.
No se puede dejar de preguntar a un gemólogo por los diamantes sintéticos o creados en laboratorio. ¿Cómo está cambiando este producto –o cómo va a cambiar—el mercado de la joyería, a nivel general?
El diamante sintético ya ha llegado, es una realidad cercana, aunque muchos no lo quieran ver o creer. Ha venido para quedarse y poco a poco, va a ir llenando los escaparates de las joyerías y muchas de las páginas web de joyeros y firmas en Internet. Cada día se producen más y más diamantes sintéticos y de mejor calidad. Ya hay de todos los tamaños, tallas y calidades como pasa con los naturales Muchas firmas importantes de joyería están incorporando en sus tiendas físicas y online, su sección de diamante sintético, o joyas con diamantes sintéticos.
He observado en estos dos o tres últimos años, que incluso los precios han ido bajando. Hay una guerra comercial de precios en los que a unos fabricante les da igual el tamaño y calidad y venden a precio fijo por quilate y otros quieren ver unas tarifas de precios de diamantes sintético similares a las que ya existen para los naturales como las de Rapaport o las mismas vuestras de Gold & Time.
¿Actualmente los análisis para diferenciarlos requieren de equipos costosos, o se pueden analizar con los equipos más habituales en pequeños laboratorios gemológicos?
Lo más importante es una buen conocimiento del diamante sintético, métodos de síntesis, huellas que deja cada método en las piedras y formas de detectarlos. No hay un único instrumento para detectarlos, es un conjunto de técnicas que se pueden hacer con instrumentos sencillos que están al alcance de cualquiera y en casos extremos con instrumentos sofisticados. Como decía antes, es una cuestión de formación. Si conoces las propiedades y huellas de los diamantes sintéticos y tienes los instrumentos básicos, puedes defenderte e identificarlos. También puedes, ante las dudas, consultar a nuestro laboratorio o traerlas para su estudio y análisis.
Uno de nuestros cursos es precisamente el de Diamante sintético, tratado e imitaciones, métodos para identificarlos. Un curso que impartimos habitualmente en el aula de nuestro laboratorio todos los meses, incluso, algunas instituciones y empresas nos han solicitado el curso en sus instalaciones, para lo que nos desplazamos y llevamos el instrumental y la colección de gemas de estudio propia a sus ciudades.
¿Crees que supone una amenaza para el diamante tradicional? ¿Cuál es la percepción que te llega por parte del fabricante, mayorista…?
En la actualidad, todavía no, pero en mi opinión sí que lo va a ser a corto plazo. Muchos clientes tras la crisis pasada y que pienso que no la hemos abandonado, han perdido la confianza en las joyas. El diamante sintético, por cuestión de precio puede ser una alternativa a esas compras a las que nos vemos obligados, como por ejemplo los regalos de aniversario, de comunión, de cumpleaños, de pedida, etc.
No veo preparados a mayoristas y fabricantes para el comercio de diamante sintético. Primero porque es una realidad que todavía muchos no se creen y segundo por la falta de formación. Son las empresas extranjeras las que a través de páginas web están llegando a los consumidores finales. Aunque veo que algunas firmas españolas ya están irrumpiendo en el mercado con otras marcas para vender joya con diamante sintético.
En mi opinión, a fabricantes y mayoristas les va a coger el toro como no se preparen y eso solo pasa por una buena formación.
Los fraudes, o intentos de fraude, también son una constante en todo tipo de gemas que pueden llegar a un laboratorio. ¿Desde vuestra experiencia, estamos hablando de un volumen que suponga una preocupación en el sector?
Sí, que estamos viendo de forma alarmante un aumento de fraudes con la compra de gemas que los particulares hacen a través de páginas web, fundamentalmente asiáticas. Otras ventas se hacen mediante portales de subastas online, o tiendas online de segunda mano en las que no hay un control del producto. Convencen a los clientes con que las piedras además de baratas, llevan certificados.
El público ha oído que las piedras certificadas son una garantía, pero lo que está pasando con estos certificados es que son falsos y el público no lo sabe. Son certificados, a menudo con buena presentación y con nombres de laboratorios impactantes, al mismo tiempo que confusos, que hacen que sean más creíbles. En MLLOPIS hemos podido comprobar de primera mano muchos de estos certificados, en los que no hay página web que los respalde y en los que las piedras que se entregan no se corresponden con lo que dicen.
Son muchas las compraventas a las que ya les “han colado” diamantes sintéticos montados en joyas, aparentemente normales. Insistimos en una buena formación gemológica de sus empleados para defenderse de estos fraudes y al mismo tiempo, ante la falta de seguridad en la transacción, que llegando esta situación, debería de ser al revés, que la compraventa solicite el certificado de la gema o informe gemológico de joya al cliente vendedor.
En un mercado regulado por un Colegio de Gemólogos, que sentara las bases de los tipos de certificados y que aglutinara a gemólogos y laboratorios, esto no pasaría. El público sabría que tipos de certificados son fiables y cuáles no. Es una labor lenta, entre otras cosas porque en este país, pensamos que lo de fuera es mejor que lo nacional. De momento cada laboratorio publicamos con esfuerzo nuestros certificados y aconsejamos al público que ante la duda consulte con un gemólogo o exija un certificado de un laboratorio de prestigio.