Introducción
Los corales marinos son organismos vitales que forman ecosistemas submarinos de gran importancia, como los arrecifes de coral. En este trabajo, exponemos la biología, ecología, estructura física, formación de arrecifes y aplicaciones comerciales de los corales marinos.
1. Biología y Ecología del Coral
Los corales marinos viven en colonias principalmente en mares templados y cálidos, especialmente en aguas tropicales y subtropicales, donde forman arrecifes. Tienden a crecer en aguas claras y poco profundas, generalmente a menos de 60 metros de profundidad, donde pueden obtener la luz solar necesaria para la fotosíntesis.
La mayoría de los corales dependen en gran medida de las algas unicelulares, conocidas como zooxantelas, para obtener nutrientes y viven en simbiosis con ellas. Esta relación simbiótica es crucial para su supervivencia y crecimiento. Sin embargo, algunos corales que habitan en aguas más profundas no mantienen esta relación y pueden obtener nutrientes de otras fuentes, como partículas orgánicas en suspensión en el agua.
Además, los corales tienen la capacidad de adherirse a superficies duras, lo que les permite formar estructuras sólidas, como arrecifes.
2. Estructura física del Coral
El coral presenta una morfología que se asemeja a la de un árbol marino, aunque no sigue una ley natural específica en su ramificación. Las ramas coralinas exhiben una gran variedad de formas y pueden surgir desde cualquier punto del tronco principal, así como ramificaciones secundarias. Es poco común que dos o más ramas se desarrollen a la misma altura del tronco, lo que contribuye a la apariencia única y diversa de los arrecifes de coral.
Las ramas de coral suelen tener un ángulo de entre 40º y 50º respecto al tronco, y pueden extenderse en múltiples direcciones. Su longitud puede variar desde unos pocos milímetros hasta varios centímetros, lo que refleja la amplia gama de especies y condiciones ambientales en las que pueden encontrarse.
Los surcos en las ramas de coral no siempre son independientes entre sí; más bien, tienden a ser longitudinales, con un patrón ondulante y, en ocasiones, no siguen una trayectoria rectilínea. Este tipo de crecimiento puede ser influenciado por factores como la disponibilidad de luz solar, la corriente del agua y la presencia de depredadores.
3. Constitución y reproducción
Los corales marinos se componen de colonias de pequeños animales conocidos como pólipos, que están unidos entre sí por un tejido común. Aunque cada pólipo es un individuo con vida propia, todos colaboran para el beneficio de la colonia en su conjunto. La reproducción en los corales ocurre de dos maneras distintas: la reproducción sexual, que implica la liberación de huevos y esperma en el agua para la fecundación, y la reproducción asexual por gemación, donde nuevos pólipos se forman independientemente de los sexos.
Los pólipos coralinos son animales simples con una estructura cilíndrica. Carecen de cabeza y tienen una boca rodeada por tentáculos en la parte superior del cilindro. A través de esta boca, los pólipos capturan alimentos y eliminan los desechos. En algunos corales, los pólipos están conectados entre sí por un tejido vivo llamado cenosarco, mientras que en otros corales los pólipos están más separados.
La reproducción sexual en los corales comienza con la liberación de huevos blancos maduros, que son fertilizados en el agua. Las larvas resultantes, llamadas plánulas, son amplias y están cubiertas de cilios que les permiten moverse libremente en el agua. Una vez que las plánulas encuentran un lugar adecuado en el fondo marino, se adhieren y comienzan a desarrollarse en nuevos pólipos. Este proceso inicia la formación de una nueva colonia, ya que los pólipos se multiplican por gemación y crean un nuevo arrecife coralino.
4. Formación de Arrecifes de Coral
Los arrecifes de coral se forman a lo largo de millones de años a medida que los pólipos de coral mueren y son reemplazados por otros que continúan construyendo sobre las estructuras calcáreas existentes. La Gran Barrera de Arrecifes, en Australia, es el arrecife de coral más grande del mundo, con una extensión de más de 2000 km².
5. Corteza del coral
La corteza de coral, también conocida como sarcosomas o cenosarcos, es una parte vital de la anatomía del coral. Consiste en una membrana delgada llamada cutícula, que forma la parte externa, y un tejido inferior contráctil conocido como estroma. Este estroma contiene corpúsculos calcáreos aciculares y es responsable de mantener la estructura y la integridad de la colonia coralina.
La corteza del coral está atravesada por una red de vasos que transportan un líquido blanquecino y nutritivo. Estos vasos están dispuestos en dos tipos principales: uno en comunicación directa con la cavidad general de los pólipos, y el otro, más grueso y profundo, que se adhiere al eje pétreo del coral en surcos longitudinales y paralelos. Estos vasos nutren y sostienen a los pólipos coralinos, proporcionándoles los nutrientes necesarios para su supervivencia y crecimiento.
En la corteza del coral se forman cavidades donde residen los pólipos. Estas cavidades proporcionan un refugio seguro y protegido para los pólipos, donde pueden alimentarse y reproducirse.
Además de servir como el hogar de los pólipos, la corteza del coral también desempeña un papel crucial en la reproducción y el crecimiento de la colonia. La capacidad de la corteza para generar nuevos individuos por gemación es fundamental para la expansión y la supervivencia de la colonia. La presencia del cenosarco, un tejido vivo que conecta los pólipos entre sí, es un indicador clave de la salud y la vitalidad del coral. La ausencia de cenosarco puede impedir la reproducción, tanto sexual como asexualmente, lo que podría poner en peligro la supervivencia a largo plazo de la colonia.
6. Características
- Color
El color del coral puede variar significativamente, y aunque algunas especies tienen esqueletos blancos, muchos otros corales exhiben una amplia gama de colores. Estos colores pueden ser el resultado de varios factores, incluida la presencia de pigmentos en el tejido del coral, la estructura del esqueleto y la composición química del entorno en el que crece el coral.
Una de las razones más comunes para la coloración de los corales es la presencia de algas fotosintéticas, como las zooxantelas, en su tejido.
Sin embargo, el color del coral también puede estar influenciado por otros factores ambientales, como la temperatura del agua, la disponibilidad de nutrientes y la exposición a la luz solar. Algunos corales pueden cambiar de color en respuesta a cambios en su entorno, lo que puede ser un indicador de estrés o salud del coral.
- Cristalización
La cristalización es el proceso mediante el cual los átomos o iones se organizan para formar una estructura cristalina, es decir, un sólido con una disposición regular y repetitiva de átomos en el espacio. En el caso del coral, el principal componente de su esqueleto es el carbonato de calcio.
El carbonato de calcio en el coral cristaliza en forma de calcita, que es uno de los dos polimorfos naturales del carbonato de calcio, junto con la aragonita. La calcita tiene una estructura cristalina en el sistema cristalino romboédrico, lo que significa que sus cristales tienen una simetría característica que se ajusta a este sistema.
Además, los cristales de calcita en el coral tienden a presentar una estructura fibrosa, lo que significa que están formados por fibras delgadas y alargadas que se entrelazan entre sí. Esta estructura fibrosa puede ser el resultado de la deposición gradual de carbonato de calcio en el tejido del coral a lo largo del tiempo, dando lugar a una organización característica de los cristales en forma de fibras.
- Características gemológicas
Índices de refracción:
El índice de refracción puede variar según el tipo específico de coral, el rango de 1,65 a 1,49 está dentro de los valores típicos para los corales.
Los índices de refracción del coral negro están en 1,560 a 1,568 con una birrefringencia de 0,008.
El índice de refracción de 1,565 sin birrefringencia, está dentro de los valores típicos para los corales dorados.
Densidad:
El rango de densidad entre 2,6 y 2,7 corresponde a los valores típicos para los corales en general, el coral negro tiene una densidad de 1,36 a 1,45 y el coral dorado de 1,44.
Dureza:
La dureza del coral varía en función de su composición y estructura, pero generalmente se sitúa en el rango de 3 a 5 en la escala de Mohs.
Sin embargo, es importante destacar que, el coral es bastante frágil y puede romperse con facilidad. Por esta razón, se debe tener precaución al manejar y manipular objetos y gemas de coral.
En particular, los corales negros y dorados tienden a tener una dureza ligeramente menor, situándose en el rango de 2 a 3 en la escala de Mohs. Esta menor dureza puede hacer que estos tipos de coral sean aún más propensos a dañarse o romperse bajo presiones leves.
Características externas:
Por lo general, el coral tiende a ser opaco, lo que significa que no permite el paso completo de la luz a través de él. Sin embargo, cuando se ilumina con luz reflejada, revela una estructura interna.
En la superficie del coral, se pueden observar cristales fibrosos que se irradian desde el centro, formando una red tridimensional. Estos cristales pueden variar en tamaño y disposición según la especie de coral. Los surcos en la superficie del coral presentan un color continuo, mientras que el resto de la masa coralina puede exhibir zonas blanquecinas con un aspecto gelatinoso y transparente.
Además, sobre la superficie pulimentada del coral, pueden apreciarse canales longitudinales que recorren la estructura.
En el caso del coral blanco, puede ser más difícil apreciar esta estructura característica debido a la falta de color. Sin embargo, incluso en objetos de coral blanco trabajados, es común observar manchas blancas en la superficie, que pueden ser el resultado de procesos de erosión o alteraciones en la estructura cristalina del coral.
7. Tratamiento y usos:
Debido a su naturaleza quebradiza y textura gruesa, los corales presentan desafíos particulares en su tratamiento y uso. La fragilidad del coral hace que no sea adecuado para tallas finas, ya que tiende a romperse con facilidad. Sin embargo, algunas variedades de coral, como el coral rojo, pueden someterse a un proceso de pulido para realzar su brillo natural.
El coral rojo, por ejemplo, exhibe una superficie mate y áspera en su estado natural. Sin embargo, mediante el pulido adecuado, es posible lograr un acabado de alto brillo que resalta su belleza intrínseca.
Las piezas de coral con un cuerpo de esqueleto grueso pueden ser talladas y utilizadas para crear estatuas y figuras ornamentales.
Por otro lado, las ramas más delgadas del esqueleto de coral son ideales para la creación de cuentas y utilizarse en la elaboración de joyería y accesorios.
8. Algunas imitaciones
El vidrio o la porcelana se fabrican, entre otros materiales, para imitar al coral. Carecen de estructura y pueden presentar remolinos de color o burbujas de aire. Además, suelen sentirse fríos al tacto.
El plástico, por otro lado, tiene un peso más ligero y es más blando que el coral. También puede presentar remolinos de color, burbujas de aire y carece de estructura. Por lo general, se siente cálido al tacto.
El coral reconstituido, conocido como coral Gilson, está hecho de carbonato de calcio triturado con otros materiales añadidos. Se fabrica en una gama de colores que van desde el blanco hasta el rojo intenso. No posee un patrón o estructura superficial definida.
La concha, si bien tiene una estructura estriada, bajo una alta ampliación, las estrías se vuelven mucho más finas. Esto hace que pueda parecer notablemente similar al coral. Es muy difícil distinguir entre el coral y la concha, y es probable que las pruebas químicas o de dureza arrojen resultados similares para ambos materiales.
El coral teñido e impregnado puede mostrar acumulaciones de color alrededor de los pequeños agujeros y en las grietas.
9. Examen visual
El examen visual es una herramienta fundamental en la identificación del coral, permite distinguir entre diferentes especies y variedades, así como diferenciarlo de posibles imitaciones o materiales similares, como las conchas marinas. La textura de la superficie, la presencia de porosidades y la disposición de los esqueletos coralinos son aspectos clave.
Además, tras un examen visual podemos revelar señales de alteración o manipulación, como el teñido artificial o la impregnación de sustancias. Identificadas por acumulaciones de color en ciertas áreas o irregularidades en la estructura.
10. Identificación mediante Pruebas Específicas
Para distinguir entre los diferentes tipos de coral y sus posibles imitaciones, se utilizan diversas pruebas específicas. Una de ellas es la exposición a la luz ultravioleta.
Los corales negros y dorados, al igual que los plásticos, no reaccionan ante la luz ultravioleta, lo que puede indicar su naturaleza artificial. Por lo contrario, los corales calcáreos como las conchas exhiben fluorescencia bajo esta luz, mostrando un color pálido y tiza. Se observa que la fluorescencia es más intensa en los materiales más claros. Por otro lado, el coral oscuro no presenta fluorescencia.
Otra prueba comúnmente utilizada es la aplicación de una gota de ácido en los corales calcáreos. Esta prueba produce efervescencia debido a la reacción química con el carbonato de calcio presente en el coral. Sin embargo, es importante tener cuidado, ya que esta prueba puede dañar la superficie del coral. Además, se debe tener en cuenta que la cáscara también produce el mismo efecto, lo que limita la fiabilidad de esta prueba como método único de identificación.
Tipos de corales
Coral Rojo
El término «corallium» incluye varios tipos de corales, como los rojos, melocotones y blancos. Estos corales presentan estrías muy finas que se extienden longitudinalmente a lo largo de las ramas, con un espaciado de aproximadamente 0,25 a 0,5 milímetros. Sus esqueletos están compuestos principalmente de carbonato de calcio y tienen una forma ramificada, similar a la de los árboles. Uno de los más conocidos y apreciados durante siglos es el coral rubrum, anteriormente conocido como coral nobilis, que exhibe un tono suave y uniforme que va desde el rosa hasta el carmesí.
-
- Cómo Identificarlo
Los corales de corallium sin pulir tienen un brillo opaco y una superficie finamente crestada. Las crestas se extienden longitudinalmente a lo largo de las ramas y, en sección transversal, las estrías aparecen como líneas radiales con líneas concéntricas muy débiles que las unen, creando un patrón similar a la telaraña de una araña. Las estrías son más difíciles de distinguir en las variedades rosadas o blancas, pero son fácilmente visibles en los corales rojos. La ausencia de líneas radiales en corales rosados o blancos puede indicar que se trata de una concha. Al observarla bajo un microscopio, las estrías de la concha son mucho más finas que las de los corales de corallium.
-
- Imitaciones
Para identificar imitaciones, es importante prestar atención a ciertos detalles:
-
-
- Vidrio: Las imitaciones de coral hechas de vidrio suelen presentar burbujas de aire y remolinos de color. Además, su superficie carece de una estructura definida y se siente fría al tacto.
- Plástico: Las imitaciones de coral hechas de plástico pueden tener burbujas de aire, marcas de moho y remolinos de color. Además, al tacto, suelen sentirse cáli
-
Coral Azul
El coral azul se distingue por su estructura, caracterizada por un esqueleto masivo de aragonita. Su forma se asemeja a la de un arbusto grande y presenta una superficie porosa con numerosos pequeños agujeros. Cuando el coral está vivo, presenta un tono marrón pálido, pero en su estado natural adquiere un característico tono gris-azulado. Para realzar su aspecto y durabilidad, es común que se impregne con resina durante su manipulación, lo que le genera un acabado brillante y protege su estructura.
-
- Cómo Identificarlo
El coral azul y el coral rojo blando son fácilmente distinguibles de otros materiales debido a su estructura y porosidad.
-
- Tratamientos
Cuando el coral azul se impregna con resina, se pueden observar acumulaciones en sus orificios bajo el microscopio. Además, su superficie presenta un brillo satinado en lugar de ser opaca, y se vuelve suave al tacto en lugar de áspero. Visto desde el lateral, el coral puede presentar una capa transparente de plástico, resultado del proceso de impregnación con resina.
Es importante tener en cuenta que el coral teñido e impregnado también puede mostrar acumulaciones de color alrededor de sus agujeros y en las grietas, lo que puede ayudar en su identificación y distinción de los corales naturales.
Coral Bambú
Los corales bambú reciben su nombre debido a que sus ramas se asemejan a las cañas de bambú. Estos corales son una combinación de carbonato de calcio y gorgonina. Sus estrías son similares pero más gruesas que las de los corales de corallium y se presentan en tonos blancos o marrones pálidos. Además, son ligeramente ramificados. En ocasiones, se tiñen de color rojo intenso para su comercialización, y se pueden reconocer bajo el microscopio debido a las acumulaciones de tinte en ciertas zonas.
-
- Cómo Identificarlo
Los corales bambú pueden identificarse por los nódulos de gorgonina de color marrón oscuro que regularmente se intercalan en el material calcáreo, dividiendo las ramas en secciones. En su estado sin pulir, los corales de bambú presentan un patrón longitudinal paralelo en la superficie de las secciones calcáreas, que son mucho más gruesas que las de los corales preciosos. Cuando se pulen, las crestas superficiales se eliminan, pero se representan por estrías.
-
- Tratamientos
El coral teñido puede mostrar rayas, manchas o acumulaciones de tinte alrededor de cualquier agujero o grieta. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el tinte solo se encuentra en la superficie, por lo que una zona que se haya astillado o agrietado después de teñir el material puede mostrar falta de color.
Coral Esponja
El coral esponja pertenece al grupo de los corales blandos y crece en forma tridimensional, similar a un árbol. Su esqueleto, compuesto de aragonita, es duro y se forma mediante la fusión de las partículas producidas por el tejido vivo.
-
- Tratamientos
A menudo, se tiñe de rojo oscuro para su uso en joyería, y se impregna de resina para proporcionar un aspecto liso, suave y brillante.
Corales Negros y Dorados
Los corales negros y dorados se encuentran en el archipiélago de Malasia, el Mar Rojo, el Mediterráneo y Nueva Zelanda. Hay varios tipos de coral negro utilizados en la joyería, con esqueletos compuestos de material corneado en lugar de carbonato de calcio. Distinguir entre los diferentes corales negros puede ser difícil, especialmente una vez que han sido tallados.
La mayoría de los corales negros utilizados pertenecen al orden Antipatharia. Pueden ser ramificados o no y presentan capas concéntricas de material córneo alrededor de un canal central, que puede ser muy fino, similar a los corales dorados del mismo orden. Todos los corales antipatarios tienen espinas, aunque en los tallos más gruesos estas pueden parecer ausentes, lo que dificulta su identificación y puede llevar a confusiones con corales de otras órdenes.
Algunos corales antipatarios tienen una superficie ligeramente burbujeante bajo el microscopio. Estos se conocen como «corales de alambre» debido a su forma enrollada sin ramificaciones, que pueden cortarse fácilmente y convertirse en brazaletes circulares uniendo los dos extremos. Leiopathes es un tipo de coral antipatario con un brillo naturalmente alto, incluso antes de ser pulido, y a menudo muestra anillos de crecimiento en un color más pálido. Otro coral negro mediterráneo es Gerardia, del orden Zoanthiniaria, que puede ser de color marrón a negro, con una superficie lisa y un tronco robusto de hasta 2 metros de altura.
-
- Cómo Identificarlo
Los corales negros no tienen un canal central y sus anillos de crecimiento pueden ser más irregulares que los de los antipatarios. Su textura es más fibrosa y nunca muestra transparencia. Los gorgonianos, por otro lado, nunca tienen espinas, pero pueden tener ranuras finas.
Tanto los corales antipatarios como los corales gorgónicos pueden aparecer en variedades doradas. Identificar con precisión las especies puede ser difícil, ya que el coral negro natural puede ser blanqueado a un color dorado. Los corales negros y dorados, hechos de proteínas en lugar de carbonato de calcio, son cálidos al tacto y flexibles cuando están vivos, aunque sus esqueletos son rígidos.
El coral negro pulido a menudo muestra un alto brillo, pero algunas especies conservan un brillo natural. A través de una lente de 10x, se pueden observar protuberancias similares a burbujas en la superficie.
-
- Imitaciones
El coral negro pulido puede confundirse con el jet pulido. La diferencia radica en que el jet no muestra ninguna estructura, mientras que en el coral pulido pueden ser visibles signos de anillos de crecimiento. La fractura del coral negro es astillosa, mientras que la del jet es concoidea. Las marcas de moho, burbujas de aire, remolinos de color y tacto cálido indican que se trata de plástico.
Corales Fosilizados
Los corales fosilizados son esqueletos calcáreos que se han incrustado en sedimentos. Todos los escleractinios vivos tienen el esqueleto blanco; sin embargo, los corales fosilizados presentan tonos que van desde el marrón suave hasta el rosa o el amarillo marrón. Los corales fósiles conservados en piedra caliza, al ser más blandos, se utilizan con fines decorativos, mientras que los corales fósiles silicificados, siendo más duros, a veces se utilizan en joyería.
-
- Cómo Identificarlo
Los corales fosilizados presentan una superficie áspera y se aprecian anillos de crecimiento de color más claro. Carecen de un patrón de estrías, pero generalmente muestran pequeños círculos con líneas radiantes. Estos círculos, que originalmente eran agujeros en los corales, ahora están rellenos y a menudo fijados en sílice.
Comentarios
Related Posts
- Restauración de la Corona de la Virgen de los Desamparados, charla promovida por AVAJOYA
- Alumnos de Escuela de Joyería IES Moli del Sol, visitan el laboratorio MLLOPIS
- DIAMANTES TIPO Iab
- Zafiro amarillo tratado HP-T, claves para identificar el tratamiento
- Tratamiento en la ESPINELA por difusión de níquel