Los hechos son los siguientes: a un joyero le ofrecen dos diamantes de talla brillante de 3,08 ct F-VS2 y 4,07 ct. F-VS1 de muy buena calidad de color , talla y pureza. El que los ofrece solo hace de mensajero del propietario de las piedras, que está en otra ciudad. El joyero que además es gemólogo observa las piedras y ve que llevan una inscripción láser en el filetín del laboratorio GIA y procede a sacar una copia de cada certificado. El mensajero no tiene ni idea de lo que está viendo, su misión es entregar y cobrar. Sin embargo el joyero comprueba los pesos de las piedras y son los correctos, pero introduce las piedras en un detector de diamantes del Tipo IIa y la alarma naranja se enciende y sabe que un 2% de los diamantes naturales son de ese tipo, pero que casualidad que los dos diamantes indiquen lo mismo. Ante su asombro, manda las piedras a nuestro laboratorio.
En MLLOPIS realizamos las comprobaciones de peso, pureza, color y fluorescencia y prácticamente todo coincide con los datos de los certificados. También comprobamos las piedras con un detector D-Screen y lo mismo, son del Tipo IIa. Esto llama mucho nuestra atención. A continuación realizamos una observación entre polarizadores cruzados y vemos claramente el patrón de interferencia columnar en las dos piedras. Este patrón es la huella que deja el método de síntesis CVD en los diamantes producidos por este sistema.
Finalmente la última comprobación es la de escanear las piedras con un proporcionímetro Sarin para tener claro que no son las piedras del certificado GIA, si no mas bien que han hecho unas replicas de ese certificado en diamante sintético CVD. La picaresca no tiene limites, gente sin escrúpulos para defraudar. Afortunadamente el joyero estaba formado e informado, lo que le ha salvado de una estafa colosal.
El escaneado con láser nos da unas mediciones muy exactas, incluso mas que las de un calibrador. La diferencia entre las medidas de estas piedras con las del certificado original, la diferencia en los porcentajes de proporciones con respecto al certificado original , el patrón columnar entre polarizadores cruzados y la lectura con un screener, no dejan lugar a duda de que querían cometer una estafa y de que son diamantes sintéticos producidos por el método CVD.
Las conclusiones son que hay gente que para defraudar no tiene limites, han buscado dos piedras sintéticas de similares características a los del certificado GIA y les han grabado el mismo numero de inscripción. Por suerte un joyero con formación gemológica y con prudencia en la compra no ha sido víctima de la estafa y se ha ahorrado muchos miles de euros. Esto no es un hecho aislado, esto sucederá en numerosas ocasiones. ¿Están ustedes preparados?. Sean prudentes y ante la duda exijan un certificado o la comprobación de las piedras en un laboratorio gemológico.
Los diamantes sintéticos han venido para quedarse, y de nosotros depende el uso que se haga de ellos. Formarse, estar informado e informar a tu cliente es la mejor forma de que convivan juntos diamantes naturales y diamantes sintéticos.
Muy buen artículo. Ya son muchos los casos donde los CVD andan por las joyerías como Pedro por su casa.
Yo es que me niego a llamar a estas piedras DIAMANTES; lo siento. Seguro que habrá gente en el mundo que sepa copiar un Rolex (misma maquinaria, mismo acero …etc). Pero nunca será un Rolex.
Un saludo y felicidades por tu conferencia en Córdoba.
Muchas gracias Jorge. Me cortaron un poco el final por cuestiones de horarios, pero estuvo bien, fue divertido. Gracias
¡Que barbaridad! Justo acabo de valuar dos diamantes con inscripción GIA, pero que estaban montados en unos broqueles muy artesanales, incluso es oro con paladio. Cada diamante es de 2. 13 y 2.17 ct, pero la inscripción en láser es muy similar a la que muestras en la foto. Parece muy complicado que este caso se repita, y las inclusiones me parecieron muy similares al qué mostraba la página de GIA, lo que me pareció muy extraño fue qué el número de serie estaba oculto por las uñas de la montura en ambos diamantes, y que los «naturales» parecían mostrar lineas de pulido, cómo si se hubiesen hecho a propósito. Antes de calificarlos, los voy a meter al Screen I para corroborar. En conclusión, no podemos trivializar nada, y hay que echar mano de todas las herramientas qué tengamos disponibles.
Hola! He estado mirando su web. Quería saber qué era el coral de bambú. Muy interesante. Luego he seguido mirando todo lo demás y saco la conclusión de que: 1) Tienes joyas pero en realidad no sabes lo que te han vendido aunque sean joyeros de confianza. 2) Me dijeron que los certificados no sirven para nada, o sea, si no es por la grabación, (GIA) en la piedra, no tenemos nada o no es tan bueno como creíamos haber comprado…Sinceramente, se le quita a una las ganas de comprar nada.
Se falsifican los brillantes, se tiñen los corales, las aguamarinas pueden ser cuarzos, etc.,etc. Llevo informándome, como compradora, toda la vida, y tengo muchos años. Para terminar, vale algo lo que tengo, excepto el oro de ley contrastado?
Enhorabuena por la página. Muy ilustrativa. Muchos saludos
Muchas gracias Maria José.
Lamento que esto sea así, pero es la realidad. Nosotros fomentamos el que se diga la verdad, que las ventas sean transparentes, que los comerciantes se acostumbren a vender con certificados de laboratorios de referencia, que cada joyería tenga a su gemólogo titulado.
También hay piedras que no están tratadas. Usted tiene derecho al comprar, el poder exigir un certificado del laboratorio tal o cual.
En cuanto a lo que vale lo que tiene, no sé decirle si no lo veo. Nosotros hacemos el catalogo de joyas de la familia. Puede ver el formato del catalogo, su contenido, como lo hacemos y ejemplos de como lo presentamos en este enlace https://gemologiamllopis.com/informe-gemologico-de-un-lote-de-joyas/ Si necesita mas información, no dude en consultarme.