La cultura japonesa, como cualquier otra, tiene sus propias expresiones artísticas, entre ellas se encuentran los netsukes. Estas figuritas de pequeño tamaño, en torno a 5,0 x 2,6 cm, eran unas piezas que servían de tope a un cordón del que colgaba una especie de envase o recipiente para guardar objetos de uso cotidiano. Los netsukes iban sujetos a la faja o cinturón de los trajes tradicionales japoneses y las figuras talladas reflejaban aspectos de la vida cotidiana japonesa. Entre los motivos que se tallaban podemos ver figuras eróticas realizando el coito o en posturas peculiares explícitamente sexuales. Estos netsukes eróticos eran muy populares y hoy en día se han convertido en piezas de coleccionista.
El libro que hemos adquirido para nuestra biblioteca, y que se encuentra a disposición de nuestros asociados, titulado Marfiles eróticos, cuyo autor es Harald Haak, presenta en 94 excelentes ilustraciones algunos de estos netsukes que fueron muy populares desde el siglo XVII hasta mediados del XIX.
Al principio, los materiales que se utilizaban eran laca, madera o hueso y eran símbolo de estatus económico y social, pero después del shogunato Tokugawa (1867), tras la apertura de Japón al mundo occidental, se convirtieron en objetos apreciados por coleccionista; y el material más usado pasó a ser el marfil de elefante.
En la actualidad, debido a la prohibición del comercio de marfil de elefante por motivos conservacionistas, se emplean otros materiales como el marfil de mamut. Y, por otra parte, la producción se ha desplazado desde Japón a China donde se copian muchos modelos tradicionales japoneses.
Escrito por José Manuel Rubio Tendero