Una vez mas un cliente ha sido engañado por la compra en una tienda de antigüedades de una supuesta figura de ámbar. Este hecho aislado, en el que por la curiosidad del propietario se ha descubierto el fraude, es muy común en el mercado, al no haber un control ni certificación de las piezas, además de comercializadas por personas que tienen poca o ninguna formación gemológica. Todo se basa en la confianza de unos con otros de los compradores o clientes con la tienda.
La figura representa a Bastet, una diosa egipcia con forma de gato doméstico . Lleva grabados con incrustación de un polvo blanquecino, dibujos con simbología egípcia.
Cuando observamos la pieza con detenimiento advertimos las siguientes características:
- Medidas de la pieza 20,60 x 11,00 x 8,00 cm.
- Peso de la pieza en el aire es de 563,15 g.
- Pêso de la pieza en inmersión en agua destilada (balanza hidrostática es de 97 g.
- Peso específico calculado es de 1,208
- Brillo resinoso, graso o céreo según zonas.
- Al frotar con una tela puede atraer pequeñas virutas de papel.
- La fluorescencia que presenta con luz ultravioleta de onda larga es homogénea lechosa, destacando una linea sinuosa fluorescente en el lomo.
- Con una punta térmica, al hacer una incisión produce humo con olor a goma quemada (neumático).
- Presenta burbujas esféricas repartidas por toda la pieza.
- Aspecto jaraboso, velos ondulados, remolinos de burbujas
- Plano de diferente material, aspecto y color en su base.
- Inclusiones de hormigas localizadas en un plano.
- Inclusión de una ramita junto a las hormigas.
- Fisuras internas con aspecto de «nenúfar»
- Columnas paralelas de burbujas arremolinadas en su base.
- Índice de refracción visto por su base de 1,550
Diríamos que muchas de estas propiedades son coincidentes en el ámbar y en resinas, como por ejemplo la lectura difusa del índice de refracción que aunque el del ámbar y el de la resina copal son de 1,540 y 1,530 respectivamente, y al no estar suficientemente plana la cara de contacto con el refractómetro, esta lectura no es concluyente. Otra de las coincidencias es la de que al frotar con una tela puede atraer pequeñas virutas de papel, el ámbar y algunas resinas y plásticos también lo pueden hacer. En el caso de la fluorescencia pasa lo mismo, aunque destaca la fluorescencia intensa en una línea sinuosa en el lomo, esto es diferente de los ámbares.
Otra de las diferencias y es muy característica es el olor a goma quemada que nunca se produce en el ámbar, cuando le pinchas con una fina aguja calentada al rojo vivo.
Los remolinos, los velos ondulados y el aspecto jaraboso son propios de pastas vítreas y plásticos. En esta pieza se aprecian en muchas de sus partes.
Cuando hicimos el cálculo de la densidad al pesarla en el aire y luego en el agua, su densidad es de 1,208 y esto marca mucha diferencia con el ámbar y la resina copal que tienen 1,08 y 1,06 respectivamente.
La conclusión es que no es un ámbar, es un plástico parecido a baquelita o similar, no es antiguo, y no vale mucho dinero.