La continua afluencia de gemas tratadas que aparecen en el mercado sí que puede ser controlada con una información actualizada. Un ejemplo puede ser el tratamiento de rellenos de fracturas con vidrio en los rubíes.
De un tiempo a esta parte nos están llegando un gran número de rubíes montados y sueltos que han sido tratados mediante un sistema que consiste en rellenar fracturas internas con vidrio de alto contenido en plomo. El material en bruto que se utiliza para este tratamiento es un tipo de rubí que está muy fracturado y no tiene calidad gema, no es atractivo a la vista. La multitud de fracturas que contienen los cristales impiden que la luz se transmita en el interior de la piedra y ésta se muestra de traslúcida a opaca. El vidrio de alto contenido en plomo con un índice de refracción elevado evita refracciones de la luz cuando atraviesa el cristal, el resultado es que la piedra gana transparencia y en muchos caso incluso mejora su color.
Lo hemos visto más a menudo con piedras entre 3 y 8 quilates. Las que ya estaban montadas, principalmente era sobre joyería de diseño clásico. Pero tenemos noticias por parte de otros laboratorios gemológicos establecidos en Tahilandia de que se emplea con todo tipo de tamaños y se engasta también en todo tipo de diseños.
Un interrogante que surge con este tipo de material es, si será permanente el tratamiento. De momento sí que se puede decir que es más duradero que el tratamiento de relleno de fisuras con aceite o la impregnación con resinas. Pero el contacto con ácidos como el fluorhídrico lo daña, puesto que disuelve el vidrio que rellena las fracturas y la gema retorna a su aspecto anterior. También cabe la posibilidad de que si la pieza de joyería se tiene que reparar y se necesite calentarla, el calor generado podría afectar la estabilidad del tratamiento.
El tratamiento no tiene mucha dificultad para ser detectado, un examen microscópico del ejemplar nos revelará la presencia del vidrio empleado en el relleno de las fracturas.
Con una fuente de iluminación apropiada podremos ver con el microscopio irisaciones azuladas principalmente, verdosas y rojizas que delatan este tratamiento. Se pueden ver también burbujas aplastadas, en realidad es aire atrapado en el vidrio cuando rellena la fisura. Moviendo la piedra también conseguimos ver el reflejo de aspecto metálico del relleno. Otra de las imágenes que delatan este tratamiento es el de ver las fisuras con aspecto de mallas o redes. Las irisaciones son mas fáciles de ver por la culata, si la piedra está montada y no se puede observar desde esta posición hay que recurrir a los reflejos de brillo metálico, a las burbujas aplastadas y las inclusiones del tipo de malla o red. Para facilitar esta visión a través de la tabla es mejor, si no hay en la joya otras piedras que lo impidan, sumergirla en ioduro de metileno.
Las normas CIBJO para el comercio ético de gemas con este tipo de tratamiento nos dice que se pueden comercializar siempre que se indique:
«GEMA NATURAL CON TRATAMIENTO DE RELLENO DE VIDRIO»
Foto 1
Aspecto de mallas o redes del relleno de vidrio
Foto 2
Burbujas aplastadas en el relleno de fisuras con vidrio (luz transmitida)
Foto 3
Irisaciones producidas por el relleno de vidrio bajo luz de fibra óptica reflejada.
Foto 4
Reflejos de brillo metálico en las fisuras rellenas con vidrio (luz reflejada)