Casi nunca, por no decir nunca, es el momento de invertir en formación. Llevamos cinco años pasándolo mal y aunque pienso que vamos a mejor, se que a la gente le cuesta mucho decir que te tienes que gastar tanto en un curso para tí o para tus empleados. Nunca nos viene bien. Se que a muchos joyeros tanto de tienda como de taller, se les hace cuesta arriba el hecho de decir que tienes que hacer un curso de formación. Casi nunca les parece buen momento, tanto por el coste económico, como por el coste en horas invertidas por las que dejas de atender tus asuntos, o que tienes que prescindir de tus empleados para que puedan asistir a esos cursos. En otras épocas escuchaba «no ahora no me viene bien porque tengo mucha faena y no puedo dejar de atender mis asuntos». En estos últimos años y por la crisis que estamos soportando lo que se escucha es «no tengo un duro», «no me viene bien económicamente», «¿de dónde saco el dinero», etc.
Estoy hablando de formación en general, no solo de Gemología, también de Joyería. No me refiero a que seas gemólogo o que seas un artesano joyero, no, no, esto requiere muchos años y si te gusta lo que haces, son las vivencias y el día a día que hacen que tengas unos conocimientos sólidos. Me refiero a conocimientos básicos que nos pueden ayudar cotidianamente en tu tienda o en tu taller. Si estás cara al público deberás de saber las diferencias entre Kilate de ley de metal y quilate de peso de piedra, o que el oro se alea con plata y cobre y según sus proporciones puede tener un tono amarillento o rojizo, o que si se alea con paladio tendremos oro blanco. Saber que 1000 milésimas es lo mismo que 24 kilates, o cuales son las imitaciones mas comunes de un diamante, o de una esmeralda, o cómo saber si una piedra está bien o mal engastada, o conocer los diferentes tipos de engastes. ¿Conocemos el proceso de microfusión o de la cera perdida?, saber cual es la diferencia entre un artesano joyero y un sacador de fuego. ¿Conocemos los nombres de las herramientas de un joyero?, ¿sabes lo que es un baño de rutenio?, ¿por qué mucha gente le llama rodio negro?, ¿sabes lo que es un grafilado?, o ¿sabes lo que es un engaste de pestañas?. Podría describir infinidad de situaciones o temas relacionados con nuestro mundo. ¿Somos conscientes de que una buena formación es un buen activo para tu empresa?. ¿No crees que una buena base de conocimientos de temas relacionados con la Joyería y la Gemología, harían que tus clientes tuviesen mas confianza en ti y en tu tienda?.
Conozco a mucha gente de tiendas y de talleres y escucho de todo. Una encargada gemóloga de joyería y con afán de aprender, me pedía si le podía pasar algún video de engastado porque no había visto nunca como se hacía. Otra encargada de una joyería de un centro comercial, al preguntarle el porque es mas caro el oro blanco que el oro amarillo contestó sin ningún reparo «porque las minas de oro blanco se están agotando». O cuando eliges esmeraldas a tu proveedor, escoges las mas opacas o traslúcidas porque crees que cuanto mas «jardín» es mas buena.
Recientemente visitando a un cliente propietarío de una joyería céntrica, sus dependientas me enseñan un grupo de papelinas con piedras diferentes que acababan de adquirir a un proveedor asiático con la intención de que les diera mi opinión. Observándolas les comenté algunas peculiaridades como: esta tiene relleno de vidrio, o esta la han teñido, o aquella no tiene vida y no devuelve luz, la otra está mal tallada y tiene desportilladuras, etc. etc. Ellas me comentaban que querían aprender, que todas estas particularidades no se las dice el proveedor y que no pueden vender algo como si fuera bueno y que luego el cliente les venga reclamando. La actitud es positiva, con disposición a aprender, se dan cuenta de que estan en un mostrador y que tienen muchas carencias. Pero ¿cuando será posible que reciban cursos de aprendizaje?. También escucho el hecho de que cada vez los clientes saben mas, que llegan a la tienda con la lección aprendida, en la mayoría de los casos por Internet. Aunque ya sabemos que no debemos de creernos todo lo que se dice en Internet, si que es verdad que cuando llega el cliente y te empieza a hablar de si el color, de si la talla, del yacimiento, y te quedas un poco perplejo porque creías que lo sabías todo.
Sabemos que ahora los empleados se pueden beneficiar con los puntos obtenidos por sus cotizaciones de cursos gratuítos de formación. Se que en las ofertas de cursos bonificables no hay o hay pocos cursos de formación en Gemología y en Joyería. Antes consumimos los puntos en un curso de Escaparatismo que uno de Gemología Básica, antes realizamos un curso de Cómo manejar Hojas de Cálculo que uno de Inicio al Engastado de piedras o de Conocer las Aleaciones de los Metales Preciosos. Es mas demandado un curso de Cómo realizar Paquetes de regalo o Envoltorios llamativos que uno de Conocer el Diamante.
De algunos propietarios he oído que para qué se van a molestar en darles formación a sus empleados si luego se van, no permanecen estables en sus trabajos.
¿Cuando llegará el día que en España para montar una joyería te exijan una formación básica como en otros países? de la misma manera que para tener una farmacia debes ser farmacéutico (por ejemplo), ¿cuando llegará el día que tengamos un Colegio de Gemólogos Independiente?
Manuel Llopis es Gemólogo, Especialista en Diamante y Piedras Sintéticas Modernas, por la Universidad de Barcelona. Fundador y director del Laboratorio Gemológico MLLOPIS de Valencia.
Este artículo resume la realidad actual de la situación educativa de nuestro país. Existe una extraña connivencia entre el deseo de ser un país avanzado y la inexistencia de una educación de calidad, así como una clara desmotivación por aprender. Curiosamente en el día de ayer, el Ministros de Economía alemán decía que España necesita menos cemento y las I+D+I. Este refleja lo ocurrido en los años del boom inmobiliario, y las expectativas que se tienen de que resurja el sector de la vivienda.
Estamos viendo como muchos de nuestros jóvenes futuros «talentos» emigran buscando un futuro digno pues parece evidente que aquí no lo tienen. Tal hecho va a dejar a medio y largo plazo una España empobrecida intelectualmente y de mano de obra barata, cuestión ésta que estamos viendo, y sufriendo, en estos últimos años.
Y es que nadie se quedará al margen de esta realidad. El sector de la joyería no es inmune a este hecho. Por un lado, y en base a mi experiencia, veo cómo muchísimos joyeros no sabrían distinguir una circonita de un diamante, y no hablemos ya de una moisanita o un diamante tratado simplemente con relleno. El problema siendo de ellos, refleja la incapacidad de poder asesorar de manera adecuada a sus propios clientes. No es que ocurra en todos los casos, pero sí en algunos (no pocos).
Por otro lado cada día veo más joyeros que al jubilarse no desean que sus hijos hereden este precioso negocio. Los robos, las crisis y el deseo de que sus hijos tengan un futuro más o menos asegurado aunque sea con los sueldos actuales, hace que estos joyeros terminen traspasando el negocio o liquidando la mercancía sin más objetivo que el de olvidarse para siempre de un precioso pasado que le dio de comer a toda su familia y la capacidad de dar una formación digna a sus hijos. Es triste pero cierto.
Por tanto, y desde mi punto de vista, veo dos aspectos claves en esta situación. Por un lado están los desmotivados que se aferran a no hacer nada pues piensan que con un país como el actual no tiene sentido esfuerzo alguno. Por otro veo padres preocupados por sus hijos que les dan la mejor de las formaciones sabiendo que su futuro está fuera de nuestras fronteras. Pero el problema está en que en ambos casos este país no hace nada por solucionar ambos problemas.
Un saludo
Me ha gustado mucho vuestro artículo. Lamentablemente es imposible encontrar personal en las joyerías que tenga un mínimo de formación. A mi me han llegado a decir que el platino es «una cosa muy antigua» y que ya no se trabaja, que para eso está el oro blanco que es mucho mejor y mas «moderno». Y me han desaconsejado el paladio porque se «descascarilla»¿¿??… inevitablemente me han obligado a comprar en el extranjero.