Hace unos días tuve la ocasión como espectador de la presentación por parte de una gran firma de laboratorio gemológico europeo, de sus nuevos «Certificados de Joyas». Posteriormente pude charlar a solas con el ponente y comentar algunos de sus fallos, según mi opinión. Básicamente le daban mucha importancia al informe pero no hay vínculo entre el informe y la pieza. Quiero decir que puedo hacer una pieza de similares características pero con piedras de peor calidad y podría acompañarla de ese informe y solo se darían cuenta cuando alguien, me refiero a un gemólogo, lo compruebe. Soy de la opinión de que ya que la pieza no va sellada, tiene que tener elementos de seguridad que la vinculen con el documento.
Cuando terminé mis estudios de gemología, por alla por 1984, intenté y sigo haciéndolo, el que tanto joyeros como clientes se acostumbren a vender y comprar con un informe gemológico de joya. Nunca nadie me dijo como se hacian, nunca nadie me enseñó a hacerlos y por supuesto nunca se los copie a nadie. Son informes acorde a nuestra filosofia como gemólogos y en cómo nos gustaría que la gente conozca las piezas a través de ellos. Sigo opinando que ayudan a hacer una venta transparente, «saber lo que vendo», «saber lo que compro». Desde aquellos tiempos hasta la fecha y con ayuda de las nuevas tecnologías los he ido mejorando tanto en presencia como en contenido. Puedo presumir que desde entonces he realizado miles de ellos y que los que lo han utilizado para vender siguen pidiéndolos, siendo muchos los clientes que cuando van a comprar lo solicitan.
Me entristece ver circular documentos semejantes, realizados en imprenta con plantilla, en el que siempre los diamantes son de color Wesselton y de pureza VS, y para colmo no los firma un gemólogo.
Para nosotros cada informe es único, se hacen de forma individual, no utilizamos una plantilla, estudiamos cada pieza, e intentamos trasmitir gráficamente todas sus cualidades.
Cuando recibimos una pieza, según sea joya nueva o joya de segunda mano, lo primero que hacemos es limpiarla con métodos acordes al tipo de joya y a las piedras que lleva. Después la fotografiamos de planta y perfil para que aparezca en el documento a tamaño real y con una escala comparativa. Posteriormente utilizando la piedra de toque y los ácidos comprobamos el tipo de metal o metales de los que se compone, oro blanco, amarillo, rosa, .., platino, plata, …, etc. y si además lleva baños de rodio, rutenio, etc. Con la lupa 10x buscamos los punzones o marcas de contraste, el del fabricante y el del laboratorio de análisis de metal o similar, que posteriormente fotografiamos con la ayuda de un microscopio para que se vean en el documento. Los clientes se sorprenden gratamente cuando entienden su significado. Si son de marcas reconocidas le dan un valor especial a la joya. Nos fijamos en el tipo de hechura, de como se ha realizado la joya, de microfusión, mecanizada, manual, electroforming, mixta, etc. de sus acabados, fino, elegante, basto, descuidado, …, de sus engastados, granos, carril, pavés, garras, chatón,…, y del acabado del mismo. Ya es el momento de describir la pedrería que lleva. Separamos por orden de importancia las piedras. Por ejemplo el diamante central, con su talla, medidas hasta la centésima de milimetro, color aproximado debido a que está montada, pureza según estándares, peso aproximado, y lo mas importante, su mapa de inclusiones, que es lo que vincula el documento a la joya junto con la micrografía de los punzones. Lo que intentaba decirle al ponente del laboratorio famoso europeo, es que ellos le dan mucha importancia al documento: sello seco, papel con aguas, holografía, etc. pero no tiene nada que vincule el documento a la pieza, solo la foto de la joya. Sin embargo en los que venimos haciendo aquí en España sí tenemos en cuenta estos detalles. La gente aplaudió la ponencia y la iniciativa de este laboratorio, sin duda su fama se la ha ganado, pero creo que sin darse cuenta de que aquí en España ya llevo años haciéndolos. Aunque ya saben ustedes que a los españoles siempre les parece mejor lo de fuera que lo que hacemos en casa. Comparen y juzguen ustedes mismos.
Estimado D.Manuel,
Cuanta razón tiene que en este país siempre valoramos mejor lo de fuera que lo que tenemos aquí.
Pero algunos sabemos valorar a las personas que como usted siempre nos están ofreciendo y regalando conocimiento….eso es precioso y muy poca gente lo hace por vocación y satisfacción.
Es una pena que algunos quieran darle una imagen, a la gemología, casi como si fueran astronautas de la Nasa con ciertas actitudes elitistas.
Usted es un enamorado de su profesión y eso se nota hasta desde aquí que estamos a 2000 km de distancia. Siempre es un placer leer todo lo que nos regala y sus experiencias.Queremos presentarle nuestra admiración y respeto por su magnifica empresa y por su trayectoria, ademas por su gran trabajo como divulgador de la gemología.
Reciba un cordial saludo
Estimado Domingo
Sus comentarios me llenan de orgullo y contribuyen a que no cese en mi labor divulgativa de la gemología. Como bien dice soy un enamorado de mi trabajo. Cada día intento que esta bonita profesión sea reconocida por el gran público y que vean a los gemólogos como personas que mediante sus conocimientos ayudan a que la venta y la compra de joyas y gemas sea mas transparente y mas profesional.
Muchísimas gracias por sus palabras
Saludos
Manuel Llopis López
Gemólogo