Una vez mas, hemos recibido en el laboratorio un Rolex para su verificación, comprobación y realización de un informe. A simple vista hemos observado que es un Rolex Lady-Datejust bicolor de 26 mm de caja, bisel dentado y brazalete jubilé que presenta holgura, lo cual nos hace pensar que tiene tiempo o que no ha tenido un buen mantenimiento de limpieza. La esfera es azul con diamantes engastados sustituyendo a los números y las saetas son doradas con fluorescentes.

Una vez comunicado al cliente que habíamos recibido su paquete, lo primero que hicimos como gemólogos fue observar en el microscopio los diamantes antes de que el relojero lo verificara, y para nuestra sorpresa nos encontramos que no son diamantes ya que presentan desportilladuras y aristas romas que son dos características claras para saber que NO es un diamante. Por lo tanto procedemos a entregarle el reloj a nuestros relojero para que lo desmonte  por partes. El brazalete, la caja, la tapa y la máquina.

Al quitar el brazalete para su limpieza, nos damos cuenta que en la parte que debía ser de oro no lo es, ¡está chapada de dorado!.  Por lo tanto, visto lo visto, nuestro relojero procede a abrir la caja para ver la maquinaria y observamos que este reloj no presentaba ningún número de calibre ni ninguno de los grabados que lleva una maquinaria de Rolex. Los diamantes no eran diamantes y esto es algo imprescindible en Rolex, el metal donde están engastados no es oro.  Los grabados de la tapa trasera no tienen nada que ver a los que realiza Rolex, ni la letra ni el orden de los nombres y mucho menos el del nombre de la empresa que aparece arriba del todo, en el interior de la tapa.

Podemos observar el chapado del brazalete.
Maquina sin ningún tipo de grabado.
Montura donde esta engastada una piedra incolora.
Grabado de la tapa trasera en el interior

 

También comprobamos si el bisel dentado con la piedra de toque y ácidos es de oro y NO, no lo era y la corona tampoco lo es, Ambas son chapadas. El cristal al realizar el índice de refracción (IR) nos indicó que era cristal de zafiro. 

Corona chapada en dorado

Los punzones que aparecen en el dorso de las asas de la caja no son correctos, en una de ellas está grabada un punzón de 18K y el reloj no tiene nada de oro y en otra la letra R que entendemos que se refiere a Rolex pero tampoco es correcto.

Punzones que no son originales que han puesto en las asas de la caja

En la parte del brazalete próxima a la caja, los dos primeros eslabones que se unen a la caja, presentan unas grabaciones si es un Rolex original y en las falsificaciones no las suelen presentar y si las presentan como es nuestro caso son de muy mala calidad y lo mismo pasa en el cierre desplegable.

Grabaciones de nuestro Rolex en el cierre desplegable
Grabados en los primeros eslabones junto a la caja de nuestro Rolex

Otro dato importante son los grabados de referencias que presenta en la caja entre las asas, aquellos que se observan al quitar el brazalete del reloj.  Los números grabados son el referencia y el número de serie, estos números si tenemos un Rolex original presentan una distancia entre ellos cosa que no pasa en las imitaciones. El Rolex que teníamos entre manos no presentaba esta distancia.

Grabación del Rolex no original. El número grabado es el supuesto número de referencia.
Grabación del Rolex no original. El número grabado es el supuesto número de serie.

Para concluir, el reloj que tenemos entre manos lleva hasta el mínimo detalle  cómo por ejemplo el grabado a láser de la corona de Rolex el cual está grabado en el cristal justo a las 6. Este grabado un Rolex original también lo lleva y algunas falsificaciones como es el caso también aunque con peor calidad.

Grabación láser en el cristal a las 6.

A continuación damos un cuadro con algunos detalles significativos, que pueden servir de ayuda.

 


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2 thoughts on “No es Rolex todo lo que reluce”

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