Córdoba es una maravilla. La Mezquita-Catedral de Córdoba es Monumento Nacional desde 1882. Ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1984  y elevada su calificación a Bien de Valor Universal  en junio de 2014. Ademas de visitar su interior y pasear entre sus columnas de dobles arquerías superpuestas,  tuve el placer de disfrutar de una visita a su tesoro catedralicio. En su interior se  mitiga bastante el calor propio de julio, que en este año 2022 ha sido superior en grados a la media de los últimos 50 años.

Me llamó la atención la Custodia de Arfe, es una custodia procesional de la catedral de Córdoba. La realizó entre los años 1510 y 1516 el artesano orfebre de origen germánico  Enrique de Arfe. Esta custodia sirve para procesionar la hostia sagrada que según la religión católica es el Cuerpo de Cristo. Este evento se hace una vez al año en la festividad del Corpus Christi .  Está ubicada en la Capilla de Santa Teresa, dentro de la Mezquita-Catedral de Córdoba. Es de estilo plateresco. Realizada en plata, plata dorada, y oro con un peso total  de  200 kg. Su altura es de 2,63 m y 93 cm de lado en su parte mas ancha. La base o capitel donde se apoya es de realización  posterior y de estilo barroco. Representa escenas bíblicas.  Su trabajo, su hechura es espectacular, aúna repujado, cincelado y fundido de figuras.

Custodia procesional de la Catedral de Córdoba, realizada entre 1514 y 1518 por Enrique de Arfe.
Detalle ampliado de la base de la custodia

 

Otra de las piezas relevantes,  entre muchas, fue la  Cruz procesional del obispo Fray Diego Mardones. La realizó el platero Pedro Sánchez de Luque  en el año 1625.

 

Cruz procesional del obispo Fray Diego Mardones, Capilla de Santa Teresa en la Mezquita de Córdoba.

Reproduzco aqui datos explicados por Dª María del Amor Rodriguez Miranda, Universidad de Córdoba

«Uno de los ejemplares más destacados de este momento es la cruz del Obispo Mardones, fechada en 1625 y que se encuentra en la Catedral cordobesa . Fue realizada por Pedro Sánchez de Luque, quien cobró por su hechura cincuenta y seis mil reales. La manzana de este ejemplar  se compone de un cilindro achatado y enmarcado por varias piezas. En la parte superior una cúpula semiesférica y en la inferior, una zona con paredes alabeadas y molduras convexas. En el cilindro se aprecian cuatro nichos con arcos de medio punto flanqueados por parejas de contrafuertes, en cuyo interior están las imágenes de la Inmaculada, Santo Domingo, San Buenaventura y Santa Catalina de Siena. En la cúpula aparece el escudo del obispo Mardones realizado con vistosa labor de esmalte. La decoración de toda la manzana es muy elaborada, con pedrería, esmaltes y abundantes elementos que la enriquecen»

Cabe destacar por mi parte, el gran trabajo de los engastados de toda la pedrería que lleva, además de los esmaltes. En mi opinión, mucho mejor que algunos engastados actuales. Se aprecian mucha variedad de técnicas de  engastados: en chatón , embutidos, con pestañas, con granos.

Detalle del nudo o manzana de la cruz del obispo Fray Diego  Mardones

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