Si nuestro mundo profesional es la Joyería, y por añadidura, al llevar las joyas de oro, plata o platino, gemas y piedras preciosas engastadas, el otro campo en el que nos movemos es el de la Gemología. Entonces, de la misma manera que tenemos que saber lo que es oro fino o de 24 quilates o de 1000 milésimas y oro de ley o de 18 quilates o 750 milésimas, etc. etc., creo que debemos de tener claro lo que es un «cristal» y lo que es un «vidrio» .
Según la Real Academia de la Lengua Española:
- Cristal: es un sólido cuyos átomos y moléculas están regular y repetidamente distribuidos en el espacio.
- Vidrio: Sólido duro, frágil y transparente o translúcido, sin estructura cristalina, obtenido por la fusión de arena silícea con potasa, que es moldeable a altas temperaturas.
Sin embargo la Real Academia de la Lengua Española también le da mas definiciones a la palabra «cristal», en mi opinión, confusas:
- Cristal: Vidrio, especialmente el de alta calidad
- Cristal: Pieza de vidrio u otra sustancia semejante que cubre un hueco en una ventana, en una vitrina, etc
- Cristal: Lente de las gafas.
Wikipedia distingue entre cristal y vidrio y los define así::
- Cristal: En física del estado sólido y química, un cristal es un sólido homogéneo que presenta un orden interno periódico de sus partículas reticulares, sean átomos, iones o moléculas. La palabra proviene del griego crystallos, nombre que dieron los griegos a una variedad de cuarzo que hoy es el cristal de roca.
- Vidrio: El vidrio es un material inorgánico duro, frágil, transparente y amorfo que se encuentra en la naturaleza, aunque también puede ser producido por el ser humano.
El Manual de Mineralogía de J.D. Dana nos dice que
- «Cristal» es la palabra que emplean Minerólogos y Cristalógrafos para referirse a todos aquellos sólidos homogéneos que poseen un orden interno tridimensional de largo alcance.
- Vidrio: También nos aclara que los vidrios carecen de una estructura interna ordenada y los denomina amorfos.
Las grandes empresas como Swarovski, fabricante de muchos vidrios tallados con formas diversas de figuras y otros muy utilizados en bisutería, no contribuyen a diferenciar estos dos materiales, cristal y vidrio. Sus grandes campañas publicitarias, su web, su distribución de productos para él y para ella en acero con «cristal» no hace sino que añadir mas leña al fuego, es decir confundir al cliente final, que llega a pensar que un cristal de Swarovski es mejor que un cuarzo cristal de roca, por ejemplo.
Surgen otras empresas que siguen utilizando la misma palabra «cristal» llevados por el tirón de la gran firma Swarovski, intentando crearse un hueco en el mercado y darle a ese cliente final otra alternativa de «cristal».
Tampoco contribuyen a aclarar las diferencias entre cristal y vidrio las expresiones «Cristal de Murano» o «Cristal de Bohemia», cuando debería de ser Vidrio de Murano o Vidrio de Bohemia. Cristalería, cuando debería de ser Vidriería.
Con todo esto no hacemos mas que distorsionar el abanico gemológico de cristales naturales confundiendo al cliente final, al consumidor, en definitiva al que nos da de comer.
Es notable mencionar y lo digo desde mi punto de vista, que no veo que ningún Gremio de Joyeros, ni ninguna Asociación de nuestro sector ni prensa especializada, que contribuya a esclarecer estos conceptos y por ende estos productos. La normativa CIBJO para el Comercio de Piedras de Color deja bien claro que las nomenclaturas son: «vidrio» o «piedra de imitación a…». CIBJO define «Producto Artificial» a un producto que está en parte o en su totalidad, fabricado por el hombre. Las piedras artificiales e imitaciones deben ser nombradas y descritas de acuerdo con la terminología y las clasificaciones expuestas en todas estas cláusulas y en el Anexo A. Esto es aplicable a las descripciones en todas las publicaciones y comunicaciones dirigidas al público así como a documentos comerciales (como por ejemplo publicidad, ofertas, etiquetas, recordatorios, notas de envío y facturas) y en tasaciones, informes de identificación, certificados, etc.
Mi colega Carles Baguena ya hacía referencia en nuestro artículo «Los Gemólogos distinguimos entre cristal y vidrio» a que CIBJO ya menciona «Perlas Majorica» como «Perlas de imitación» sin embargo no dice todavía nada de que los cristales de Swarovski «no son cristales sino «vidrios». Nosotros como Laboratorio Gemólogico hacemos nuestra pequeña contribución. Ya hemos publicado en varias ocasiones en nuestro Blog de Gemología varios artículos como:
En general, la falta o poca formación gemológica de nuestro sector y el hecho de que es mas beneficioso vender (marca) y vender, que explicar que es lo que estoy vendiendo, tiene como conclusión que el consumidor esté confundido: ¿estoy comprando un cristal natural o estoy comprando un vidrio de marca?.
Pienso que si tuviéramos un Colegio de Gemólogos esto no pasaría. Debería salir el producto desde la fábrica con su informe gemológico, avalado por el gemólogo responsable (obligatoria su presencia en cada fábrica de joyería y en cada joyería, además de en otros sitios como Juzgados, Aduanas, Comisarías de Policía, Bancos, etc. ) de la calidad de las piedras preciosas que se engastan en las joyas que produce la fábrica. De tal manera que el producto llega al consumidor final con un certificado de la calidad de las materias primas que la componen. Explicando y firmando que es tal o cual gema, natural, sintética o artificial, tratada o no, y si es diamante, su peso, cu color, su pureza y la calidad de su talla.
Manuel Llopis es Gemólogo, Especialista en Diamante y Piedras Sintéticas Modernas, por la Universidad de Barcelona. Fundador y director del Laboratorio Gemológico MLLOPIS de Valencia.
Interesante artículo que me vale para utilizarlo en diferentes aspectos de cómo algunas empresas comercializan los diamantes.
Veo en algunas páginas web que la calidad de diamantes que promocionan se hace de manera que el cliente que no tiene conocimientos de gemología (o de las características de los diamantes) entienda que VS/SI es por sí misma una calidad determinada, es decir, el comerciante hace un TOTUM REVOLUTUM
CONTINUA:
… de algo que en sí mismo no es sino simplemente un DIAMANTE pero que confunde (en muchos casos de manera intencionada) al cliente.
Cual quier persona del negocio de joyería es conocedora que VS/SI son 4 calidades distintas VS1-VS2-SI1-SI2. Y que cada una de ellas tiene particularidades en cuanto a la pureza distintas. Por tanto quien así actúa está diciendo que ES LO MISMO A TODOS LOS EFECTOS adquirir un diamante VS1 o SI2. Estas web de empresas indican un mismo precio para el conjunto de calidades comprendidas en su más que equívoca denominación VS/SI.
Si bien, y como indica el artículo todo gemólogo diferencia entre CRISTAL y VIDRIO, mucho más importante desde el punto de vista económico es no diferenciar la pureza de un diamante de manera clara. Pero el caso es que estos «comerciantes» saben muy bien a quien se dirigen, pues son conocedores de que el 90% de las personas que quieren adquirir una joya con diamantes desconocen las características esenciales que conforman la calidad de esta preciada gema (Y POR TANTO EL PRECIO).
Cuando veo este tipo de supuestos «ENGAÑOS» me pregunto que informan al cliente y cuál es esa calidad de información. Para mí esto no es sino una clara desinformación dirigida a captar un cliente más sin importar lo que realmente éste desea adquirir. La sorpresa suele venir con el tiempo cuando alguien con una cierta experiencia le dice que lo que ha comprado nada tiene que ver con aquello que con malas artes le indicaron cuando lo adquirió. Pero es que además en muchos casos el cliente adquiere este tipo de joyas a través de un «CLICK» en la confianza de que adquiere una «JOYA DE ALTA CALIDAD» (afirmación ésta que expresan en diferentes apartados de las páginas web).
Coincido plenamente en que debería de existir un GREMIO DE GEMÓLOGOS y que éste potenciase a nivel administrativo la obligación de que en la cadena de producción existiera un gemólogo que acreditase la veracidad de la calidad de las gemas que se comercializan. La verdad es que no tengo la menor idea del porqué de su inexistencia. Pero no existiría mayor defensa para el consumidor que la garantía de un gemólogo certificando que aquello que dice el comerciante es cierto. ¿Como es posible que un comerciante sin estudios sobre las gemas pueda emitir un certificado?. Tal hecho es absolutamente impensable en cualquier otra área de la industria. Ni se haría un puente sin la certificación de un ingeniero ni un edificio sin el visado de un arquitecto. Pero es más, a niveles más cotidianos vemos como la C.E. obliga a que toda prenda (cueste 5 euros o 10 mil) tenga un etiquetado donde se indique su composición exacta bajo pena de multa tanto si no está etiquetada como si la composición indicada no se atiene a la realidad.
Por desgracia este gremio (el de la joyería) está atomizado y cada uno se mueve en función de sus intereses, pensando que la unión va en contra de sus propios intereses. Mayor error no se puede cometer cuando de dar credibilidad y seriedad al cliente se trata.
Como siempre Don Manuel muy buena informacion, muchas gracias!!
http://blackcoral4you.wordpress.com/
Excelente aporte. Muchas gracias por la informacion!.