7 thoughts on “Siguen llamando CRISTAL a los VIDRIOS”

  1. Interesante artículo que me vale para utilizarlo en diferentes aspectos de cómo algunas empresas comercializan los diamantes.

    Veo en algunas páginas web que la calidad de diamantes que promocionan se hace de manera que el cliente que no tiene conocimientos de gemología (o de las características de los diamantes) entienda que VS/SI es por sí misma una calidad determinada, es decir, el comerciante hace un TOTUM REVOLUTUM

  2. CONTINUA:

    … de algo que en sí mismo no es sino simplemente un DIAMANTE pero que confunde (en muchos casos de manera intencionada) al cliente.

    Cual quier persona del negocio de joyería es conocedora que VS/SI son 4 calidades distintas VS1-VS2-SI1-SI2. Y que cada una de ellas tiene particularidades en cuanto a la pureza distintas. Por tanto quien así actúa está diciendo que ES LO MISMO A TODOS LOS EFECTOS adquirir un diamante VS1 o SI2. Estas web de empresas indican un mismo precio para el conjunto de calidades comprendidas en su más que equívoca denominación VS/SI.

    Si bien, y como indica el artículo todo gemólogo diferencia entre CRISTAL y VIDRIO, mucho más importante desde el punto de vista económico es no diferenciar la pureza de un diamante de manera clara. Pero el caso es que estos «comerciantes» saben muy bien a quien se dirigen, pues son conocedores de que el 90% de las personas que quieren adquirir una joya con diamantes desconocen las características esenciales que conforman la calidad de esta preciada gema (Y POR TANTO EL PRECIO).

    Cuando veo este tipo de supuestos «ENGAÑOS» me pregunto que informan al cliente y cuál es esa calidad de información. Para mí esto no es sino una clara desinformación dirigida a captar un cliente más sin importar lo que realmente éste desea adquirir. La sorpresa suele venir con el tiempo cuando alguien con una cierta experiencia le dice que lo que ha comprado nada tiene que ver con aquello que con malas artes le indicaron cuando lo adquirió. Pero es que además en muchos casos el cliente adquiere este tipo de joyas a través de un «CLICK» en la confianza de que adquiere una «JOYA DE ALTA CALIDAD» (afirmación ésta que expresan en diferentes apartados de las páginas web).

    Coincido plenamente en que debería de existir un GREMIO DE GEMÓLOGOS y que éste potenciase a nivel administrativo la obligación de que en la cadena de producción existiera un gemólogo que acreditase la veracidad de la calidad de las gemas que se comercializan. La verdad es que no tengo la menor idea del porqué de su inexistencia. Pero no existiría mayor defensa para el consumidor que la garantía de un gemólogo certificando que aquello que dice el comerciante es cierto. ¿Como es posible que un comerciante sin estudios sobre las gemas pueda emitir un certificado?. Tal hecho es absolutamente impensable en cualquier otra área de la industria. Ni se haría un puente sin la certificación de un ingeniero ni un edificio sin el visado de un arquitecto. Pero es más, a niveles más cotidianos vemos como la C.E. obliga a que toda prenda (cueste 5 euros o 10 mil) tenga un etiquetado donde se indique su composición exacta bajo pena de multa tanto si no está etiquetada como si la composición indicada no se atiene a la realidad.

    Por desgracia este gremio (el de la joyería) está atomizado y cada uno se mueve en función de sus intereses, pensando que la unión va en contra de sus propios intereses. Mayor error no se puede cometer cuando de dar credibilidad y seriedad al cliente se trata.

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