Las turmalinas son un grupo de minerales que tienen la misma estructura cristalina pero diferente composición química. Se caracterizan por una gran variedad de colores producidos por su heterogénea composición química. Incluso el mismo cristal puede variar de color longitudinalmente y concéntricamente. Los elementos que comparten son el silicio, aluminio y el boro, y tienen una mezcla compleja de otros elementos: sodio, litio, calcio, magnesio, manganeso, hierro y cromo, vanadio, flúor y, a veces, cobre.
La fórmula general es (X)(Y3)(Z6)[T6O18](BO3)V3W donde:Las causas del color de las turmalinas son diversas, en general el hierro y el titanio producen verde y azul, el manganeso rojo, rosa y probablemente amarillo. El color de algunas elbaítas rosas y amarillas podría deberse a centros de color causados por irradiación de origen natural o producida artificialmente. Cabe destacar que cualquier especie mineral del grupo de las turmalinas puede aparecer con un color u otro. La única manera de distinguir una especie de otra es mediante análisis químicos cuantitativos.
Propiedades gemológicas
Identificar las turmalinas mediante métodos gemológicos estándar no tiene dificultad, otra cosa es diferenciar la especie mineral del grupo que como hemos dicho más arriba requiere técnicas sofisticadas de análisis químicos. A continuación indicamos las propiedades gemológicas básicas para identificar estas gemas.
Índice de refracción: 1.624 – 1.644 (+0,011; -0,009)
Birrefringencia: 0.018 – 0.040
Densidad: 3.06 (+0.20, -0.06)
Dureza (Mohs): 7 – 7.5
Fluorescencia: suelen ser inerte bajo la lámpara de luz ultravioleta.
Exfoliación: no tienen
Las especies minerales del grupo de la turmalina que encontramos con calidad gema
La Asociación Internacional de Mineralogía reconoce 33 especies minerales del grupo de las turmalinas, pero las que encontramos con calidad gema son las siguientes:
Elbaíta: Na(Li1.5,Al1.5)Al6Si6O18(BO3)3(OH)4 formada en pegmatitas, es la más común y la que más variedad de colores presenta: rojo, rosa, vede, azul, naranja, amarillo, incolora y bicolor.
Las turmalinas elbaítas de intenso color azul o verde «eléctrico» producido por trazas de cobre y cantidades variables de manganeso reciben, con independencia de su procedencia, la denominación de Paraíba, (estado de Brasil donde se encontraron por primera vez), esta definición está aceptada por CIBJO y LMHC. Por otra parte, elbaítas de color violeta y rosa aunque tengan cobre no pueden llamarse Paraíba. Aunque la denominación de Paraíba puede emplearse, como hemos dicho, con turmalinas color azul o verde «eléctrico» de procedencias distintas, el público demanda más las brasileñas y, en consecuencia, suelen pagarse más caras. En Brasil las turmalinas tipo Paraíba se encuentran in situ con forma de prismas trigonales estriados longitudinalmente y embebidos en pegmatitas graníticas. Mientras que en Edeko, (oeste de Nigeria), y en la región del Alto Ligonha (Mozambique) se encuentran en cantos rodados en placeres aluviales.
La mayor parte, no todas, de las turmalinas de color rosa-rojo con tonos violáceos que reciben la denominación de rubelita son elbaítas.
Verdelita es la variedad de elbaíta de color verde, aunque no todas las turmalinas de color verde son elbaítas.
Indigolita, es la elbaíta de color azul, azul violeta oscuro o azul verdoso.
Liddicoatita: Ca(Li2Al)Al6Si6O18(BO3)3(OH)3F formada en pegmatitas. Presenta colores azules, verdes y rojo-violeta. En Maraca (Mozambique) se han encontrado liddicoatitas con cobre, solo es posible diferenciarlas de las elbaítas mediante sofisticados análisis químicos cuantitativos (LA-ICP-MS).Las liddicoatitas tienen elementos de tierras raras y por ello muestran fluorescencia verde con luz ultravioleta de onda larga y fotoluminiscencia al ser excitadas con un láser de 785 nm.
Muchas turmalinas bicolores son liddicoatitas, por ejemplo, la llamada turmalina sandía.
Uvita: Ca(Mg3)MgAl5(Si6O18)(BO3)3(OH)3(OH) es de color verde, amarillo y marrón. Este tipo de turmalina se formó en arenisca alterada por calor y presión lo que se produjo el mármol que las contiene.
Dravita: NaMg3Al6Si6O18(BO3)3(OH)4 , también aparecen en mármol que se formó a partir de arenisca alterada por calor y presión. Algunas gemas muy bellas de color amarillo vivo son mezcla de uvita y dravita reciben el nombre se “savannah”. Las dravitas suelen ser de color, marrón amarillento, marrón rojizo, y casi negro.
Cromodravita: NaMg3Cr6(Si6O18)(BO3)3(OH)4 tienen un bello color verde intenso cuando contienen V3+ y/o Cr3+ en la proporción adecuada, el elemento responsable del color es el vanadio y en menor proporción o nada el cromo; sin embargo, estas turmalina se venden bajo la denominación de cromoturmalina.
Existen yacimientos en Brasil, Sri Lanka, Nigeria, Madagascar, Mozambique, Zambia, Tanzania y otros lugares. Su relativa «abundancia» hace que el precio no sea muy elevado; por más que algunas turmalinas de Paraíba y rubelitas de alta calidad pueden llegar a pagarse a 1.000 euros el quilate perfectamente.
Tratamientos
Las turmalinas de cualquier procedencia con trazas de cobre y manganeso pueden ser tratadas con calor entre 500º y 600º. La intensidad del cambio de color depende del contenido en elementos trazas y del espectro de absorción del material de partida. La probabilidad de cambio de color se calcula por el espectro de absorción y el ratio cobre/manganeso. Si la intensidad de la absorción del manganeso Mn3+ es mayor que la de banda de absorción del Cu+2 a 700 nm, dos transmisiones máximas se forman: una en el azul violeta y otra en el rojo, resultando color violeta. Piedras sin cobre o con muy poco cobre se vuelven incoloras o casi incoloras. El tratamiento no se detecta.
Algunas rubelitas están tratadas con irradiación, se consiguen a partir de material incoloro, verde claro o tonos rosados. Este tratamiento no se detecta. Turmalinas de color violeta poco atractivo se tratan con calor y pasan a verde o azul. Otras de color verde demasiado oscuro con tratamiento térmico adoptan tonos vivos y más claros.
En cuanto a cristales con fracturas o fisuras que llegan a la superficie, estas pueden rellenarse con diversos productos, a menudo resinas artificiales, para disimularlas. Este tratamiento, conocido como relleno de fracturas, es relativamente habitual en nuestros días con muchas gemas. Su identificación no tiene problemas, como en cualquier otro caso de relleno de fracturas pueden verse con el microscopio acumulaciones del relleno o destellos de colores, además la espectroscopía de infrarrojos nos revelará los picos característicos entre 2700 y 3100 cm-1 aproximadamente debidos a los materiales empleados en estos tratamientos.
Autor José Manuel Rubio Tendero