Desde que se descubrieron en 2009, los rubíes procedentes de Montepuez (Mozambique) han ido creándose un importante hueco en el mercado de las piedras preciosas. Estos rubíes muestran unas características propias debidas al tipo de yacimiento en el que se encuentran.
Aunque los índices de refracción y peso específico coinciden con los rubíes procedentes de otras zonas, el espectro de absorción, las inclusiones y la fluorescencia son características diferenciales.
Un ejemplar que estudiamos recientemente en nuestro laboratorio de 7,71×6,10×4,35 mm, talla oval mixta, y 2,00 ct, mostró los índices de refracción 1,772 – 1,764 y birrefringencia 0,008; y el peso específico 3,99. Igual que los rubíes procedente de otras zonas. Pero mientras que muchos rubíes tienen fluorescencia roja intensa o no tienen, este ejemplar tenía fluorescencia roja de intensidad media con luz ultravioleta de onda larga (366 nm) y con onda corta (254) fluorescencia roja muy débil.
El espectro de absorción visto con un espectroscopio gemológico manual no mostraba las líneas finas y definidas en el azul que habitualmente estamos acostumbrados a ver en muchos rubíes, ni tampoco el característico doblete en el rojo. El espectro de absorción completo de nuestro ejemplar consistía en una línea fina en el rojo, absorción de todo el amarillo y gran parte del verde, y absorción total de parte del azul y todo el violeta.
El espectofotómetro de infrarrojos detectó el pico a 3309 cm-1 característicos de los rubíes de Montepuez.
Las inclusiones de los rubíes de Montepuez (Mozambique) son muy típicas y este ejemplar las tenía. El panorama interno consistía en partículas blanquecinas alineadas según direcciones cristalográficas y tubos finos y cortos paralelos.
Con estos datos podemos decir que los rubíes de Montepuez (Mozambique), gemas que estamos viendo cada día más, se identifican con relativa facilidad.
Escrito por José Manuel Rubio Tendero
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