En nuestra anterior comunicación sobre el marfil comentábamos que las líneas de Schreger nos ayudaban a diferenciar entre el marfil de elefante y mamut. Esto puede ser muy importante porque en la actualidad muchos países están tomando medidas para impedir el beneficio económico que produce el comercio de marfil de elefante con el fin de evitar la caza de estos animales en peligro de extinción. Y, por el contrario, al comercio de marfil de mamut no se le ponen trabas (por el momento), ya que esta especie se extinguió probablemente por los cambios climáticos que acontecieron a finales del Pleistoceno, hace aproximadamente unos 10.000 años.
Las líneas de Schreger es un modelo de líneas ligeramente curvas, unas hacia la derecha y otras en sentido contrario, que se entrecruzan entre sí. Se pueden ver claramente en secciones transversales de los colmillos, mientras que en sentido longitudinal de los colmillos se aprecian como líneas alternas. El patrón que forman estas líneas, es decir, el ángulo que forman cuando se cruzan, inferior a 90º en el marfil de mamut y superior a 115º en el de elefante, diferencia claramente los colmillos no solo entre las diversas especies de elefante y mamut que existen o han existido, sino que, al mismo tiempo, distingue los colmillos de estos animales frente al de otros, por ejemplo, los colmillos de morsa o narval que no presentan el modelo de líneas de Schreger.
Pero, el problema al intentar diferenciar entre el marfil de elefante y mamut es que el ángulo que forman las líneas cuando se cruzan varía en función de la dirección del corte con respecto al eje longitudinal del colmillo y éste suele variar en las piezas trabajadas, que al final, es con lo que los gemólogos solemos trabajar. Así que deberemos actuar con cautela y tenerlo presente.
Escrito por José Manuel Rubio Tendero
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