Estamos acostumbrados a ver imitaciones de gemas con un color que no termina de ser muy parecido al de las gemas que pretenden suplantar. Si exceptuamos, claro está, los cristales sintéticos, los vidrios podrían ocupar una de las primeras posiciones en la lista. Sin embargo, los vidrios no alcanzan a tener la dureza necesaria como para mantener el esplendor que se requiere para ser una imitación convincente en la mayoría de los casos. Las circonitas también se emplean como imitación de muchas gemas, no solo del diamante. El problema es que las circonitas tienen una dispersión tan elevada que las hace prácticamente inconfundibles. A continuación vamos a tratar un material, conocido comercialmente como «nanogema», que podemos fácilmente encontrar engastado en joyería con una gama de colores que se asemejan mucho a las piedras que intentan imitar. Veremos en qué consiste y las pautas a seguir para identificarlo.
«Nanogema» es un material vitrocerámico cuya composición química es una mezcla de óxidos: SiO2, Al2O3, MdO, Li2O. El material está formado por nanocristales de espinela, iolita, cuarzo y granate, entre otros, distribuidos homogéneamente en una matriz amorfa de sílice y aluminio. Según el fabricante, su punto de fusión está entre 1.600 y 1750ºC.
Nuestros ejemplares son de color amarillo oscuro, amarillo claro, verde oliva, azul eléctrico y azul (varios tonos), violeta y algunos con cambio de color muy marcado: naranja rojizo con luz incandescente y verde con luz blanca. Todos tienen una transparencia extraordinaria.
A primera vista, destaca que al observar los ejemplares con la lupa o el microscopio binocular tienen rayas de pulido, algo relativamente habitual en gemas talladas, sin embargo, estas señales de tallado tienen, en este caso, exactamente el mismo aspecto en todas las gemas y, además, las aristas son ligeramente romas y el filetín da la impresión de estar entre esmerilado y pulido. Todo esto es algo que, por otra parte, no resulta extraño, ya que normalmente el proceso de talla de este material está automatizado.
El índice de refracción de estas gemas varía ligeramente de una a otra, entre 1,620 y 1,670, pero todas son monorrefringentes. El índice de refracción del ejemplar amarillo intenso llega, incluso, hasta 1,740. En el polariscopio vemos que todas tienen un comportamiento algo extraño con respecto a lo que cabría esperar en gemas tan trasparentes porque ninguna presenta tensiones ni falsa birrefringencia, sino que, más bien, se comportan como los materiales microcristalinos, por ejemplo, las calcedonias.
El peso específico también varía ligeramente de un ejemplar a otro, pero, en general, está entre 3,34 y 3,56. Ligeramente más elevado que el indicado por el fabricante en su página web.
La fluorescencia con luz ultravioleta de estas gemas, cuando tienen, es blanca de intensidad media a fuerte con onda larga, mientras que con onda corta es del mismo color pero notablemente más débil.
El espectro de absorción no se parece a ninguno de los que podemos encontrar en cualquier gema natural. Por ejemplo, el espectro de absorción del ejemplar de color amarillo intenso consiste en una banda de absorción en el rojo, otra más difusa al principio del verde y una más ancha y muy definida en el centro del verde. Además, tiene una banda definida en el azul y otra un poco más débil al principio del violeta. En cuanto al ejemplar de color azul intenso, muy parecido al de los mejores zafiros, su espectro de absorción consiste en una banda definida en el amarillo, y otra en el verde cercano al azul, aproximadamente a 480 nm, muy lejos del complejo de tres bandas centradas a 450 nm que se suelen ver en algunos zafiros naturales.
Finalizaremos la descripción de los espectros de absorción de estas gemas con el ejemplar de color verde oliva, realmente muy parecido al peridoto; presenta un espectro con una banda de absorción algo difusa entre el naranja y el amarillo, dos bandas estrechas y muy juntas al principio del azul y una muy ancha en el violeta, nada parecido a las tres bandas situadas a 493, 473 y 453 nm del peridoto.
En cuanto al aspecto interno, algunos ejemplares tienen inclusiones pequeñas con forma de grano que cuando llegan a la superficie producen cavidad es pequeñas. Y, ocasionalmente, tenues líneas finas rectas de color.
Por lo que respecta a la dureza, una propiedad importante en las gemas dado que implica su durabilidad, el lápiz de dureza 7 raya todos los ejemplares, mientras que el 6 no raya ninguno. Así pues, podemos decir que la dureza se sitúa entre 6 y 7 en la escala de Mohs, un poco inferior a lo que el fabricante declara.
En resumen, el color de estas piedras conocidas con el nombre comercial de «nanogemas» puede llevar a engaño con mucha facilidad incluso a personas habituadas a tratar con gemas. Sin embargo, una atenta observación con la lupa gemológica de las aristas formadas por las facetas, junto con el análisis de su espectro de absorción, si la piedra está montada, será suficiente para no confundirnos. Y si la gema no está montada, mejor que mejor, el índice de refracción y el peso específico nos aseguraran que estamos ante el material vitrocerámico llamado comercialmente «nanogema».
Autor José Manuel Rubio Tendero