joya antigua

La joyas son un elemento de ornamentación personal que reflejan los gustos de cada época. Pero raramente llegan intactas a nosotros en su diseño original, sobre todo las joyas construidas con oro y diamantes. La moda, siempre voluble por definición, es un factor adverso para la conservación de las joyas antiguas cuando están hechas con estos materiales. Además, los avatares históricos, guerras, revoluciones, crisis económicas, etc., también contribuyen a la destrucción de piezas y colecciones que son vendidas o cambian de manos para ser fundidas y remodeladas. Sin embargo, este no es el caso de un magnífico broche de mediados del siglo XIX que tuvimos la ocasión de estudiar.

La joya con un diseño estructural muy equilibrado está formada por tres cuerpos ensamblados de manera que dan la sensación de movimiento. En total el broche tiene 143 diamantes, aproximadamente 14,79 ct, todos talla rosa y engastados en estilo embutido. Las gemas junto con el oro y las finas líneas de esmalte azul intenso consiguen un sobrio juego cromático muy agradable.

Soberbio broche repleto de diamantes
Soberbio broche repleto de diamantes

Hasta principios del siglo XIX las gemas se montaban con la parte posterior cerrada. Este tipo de montura impedía que la luz se perdiera por la parte posterior y, al mismo tiempo, se situaba una lámina reflectante para que la luz se reflejara hacia el exterior intensamente. El esmalte, después de un largo período de esplendor durante el siglo anterior, fue perdiendo importancia y su empleo, a mediados del siglo XIX quedó, a menudo, reducido a finas líneas. La función del oro también se vio reducida en el conjunto de la joya hasta, en muchos casos, servir casi únicamente como soporte de las gemas.

Parte posterior del broche
Parte posterior del broche

La parte superior de contorno circular forma un rosetón cuyo centro alberga un diamante talla rosa de 24 facetas rodeado de dos filas de diamantes de menor tamaño.

Perfil
Finas líneas de esmalte azul oscuro a lo largo del contorno del oro
Detalle de la parte posterior
Detalle de la parte posterior

Sin duda, es una suerte que esta joya no haya seguido el destino de muchas otras que fueron desmontadas para fundir el oro y reutilizar las gemas en joyas con otros diseños.  Queda, así, un testigo de tiempos pasados que hemos tenido la oportunidad de tener en nuestras manos.
Escrito por José Manuel Rubio Tendero


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