Aquellos que llevamos tiempo viendo piezas y piezas tras un microscopio o una lupa echamos de menos las piezas bien acabadas y el trabajo artesanal. Por eso cuando al laboratorio nos llegan piezas así, nos gusta destacarlo en la descripción de la misma.
Hemos tenido casos como este en nuestro laboratorio, como esta cruz de oro de 18K, 750 milésimas con una fina plancha de platino de ley, 950 milésimas en la cara vista. Los diamantes que presenta son tallas 16/16 y tallas transición. Después de determinar la pureza y el color de los diamantes, hubo dos cosas que nos llamaron la atención de esta pieza y era lo bien trabajada y acabada que estaba, con un excelente engastado en granos y además los bordes de los marcos están trabajados con un grafilado perfectamente realizado. El trabajo realizado en esta joya es circa de 1920.
La técnica de engastado en grano consiste en levantar metal sobre la piedra con la ayuda de un buril. Cada grano va a ser suavemente redondeado con el granoteador, imprimiendo un movimiento circular en el extremo superior del mismo, se moldea el material.
También presenta una técnica de grafilado que decora todos los bordes del marco.
Actualmente este tipo de trabajos ya no se ven en el comercio. La joyería artesanal se está perdiendo con la llegada de los diseños 3D y el encarecimiento de la mano de obra y las materias primas.
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