Jacinto de compostela

En esta sección tenemos una selección de imágenes 3D de minerales en bruto del sistema romboédrico. Muchos minerales que proporcionan gemas importantes cristalizan en este sistema. Por ejemplo, el cuarzo, la turmalina o el corindón (rubí y zafiro) son minerales del sistema romboédrico. Veremos algunas formas simples como, por ejemplo, un romboedro de calcita; y otras formas compuestas como la combinación de prisma y romboedros que podemos encontrar con frecuencia en el cuarzo.

El primer mineral que vamos a ver es un cristal de calcita, variedad «espato de Islandia». La imagen 3D que vemos es un romboedro, forma cristalina en la que, muy a menudo, se encuentra la calcita, por eso decimos que la calcita tiene hábito romboédrico.

El siguiente mineral en bruto que vamos a examinar es un cuarzo, variedad jacinto de Compostela. Este cristal es un prisma hexagonal rematado por romboedros. La combinación de estas formas cristalinas es muy habitual en el cuarzo.

El rubí es la variedad roja del mineral corindón.  La imagen 3D que vemos a continuación es una forma compuesta de prisma y caras muy pequeñas de romboedro en un extremo. También vemos una señal de crecimiento en forma de triángulo.

La otra variedad del corindón, el zafiro, suele encontrarse con habito primático en disminución, denominado algunas veces «tonel». Es una forma compuesta de prisma hexagonal rematado pro pequeñas caras de romboedros y pinacoide.

Un mineral que ofrece una abundante variedad de gemas es la turmalina. Este mineral cristaliza en el sistema romboédrico.  El hábito de la turmalina es bastante constante, un prisma trigonal rematado por romboedro. Las caras de prisma suelen tener estrías longitudinales. En la imagen 3D vemos un cristal de turmalina verde.

La imagen que sigue corresponde a un cuarzo, variedad cristal de roca, es una combinación de prisma hexagonal con romboedros. Si estamos atentos a los reflejos de la luz sobre las caras de prisma veremos unas líneas horizontales que son señales de crecimiento. Muy a menudo las caras de los cristales en bruto muestran señales debida a interrupciones o cambios de velocidad durante el crecimiento del cristal.


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