Hormiga en ámbar

El ámbar es una resina fosilizada procedente de coníferas que se formó hace mucho tiempo, entre poco menos de un millón de años y 300 millones. Este material de color amarillo, marrón, rojizo e incluso blanquecino se emplea, además de en joyería, para esculpir figuras. Y, como cabe esperar, también se imita muy a menudo con otros materiales como, por ejemplo, la resina copal, vidrios o plásticos.
Vamos a describir un caso práctico en la identificación de estos materiales con una figura que nos trajeron al laboratorio. Se trataba de un busto de Nefertiti, la diosa de la antigüedad egipcia, y nuestro cliente quería saber si era de ámbar. Y, en efecto, la figura podía ser de ámbar, pero, también, podía ser una de las imitaciones que acabamos de apuntar. Así que nos pusimos en marcha…

Figura de color amarillo rojizo
Figura de color amarillo rojizo

La figura pesa 314, 85 g, mide 15,00 cm de altura y la base mide 6,50 x 5,00 cm. Es de color naranja rojizo con zonas pequeñas de color blanquecino. Transparente. El brillo es resinoso. Y muestra un tipo de fractura concoidea.

Después de este primer paso que, en realidad, no aportó información decisiva, procedimos a leer el índice de refracción. Dado que la base de la figura es plana, pudimos situarla perfectamente sobre el vidrio del refractómetro y comprobar que el índice de refracción era de 1,550, siempre tenía el mismo valor aunque giráramos el ejemplar, por tanto, el material es monorrefringente.

El siguiente paso fue averiguar el peso específico de la pieza por el método de la balanza hidrostática. Como se trata de un ejemplar grande tuvimos que adaptar una balanza de dos brazos COBOS con divisiones de 100 mg que pesa hasta 2 kg (para más información sobre esta técnica sigue este enlace). El resultado fue que el peso específico del ejemplar que estudiamos es de 1,206.

Balanza hidrostática.
Balanza hidrostática.

Bajo la lámpara de luz ultravioleta de 366 nm la figura se mostró inerte excepto en las manchas blanquecinas. Aplicándole una punta térmica desprende olor a goma quemada.
Este dato es importante porque el ámbar desprende un olor agradable.

La superficie del ejemplar dejaba ver unos pequeños huecos que corresponden a burbujas que afloran a la superficie. En ellas se aprecia polvo blanco incrustado y, también, en otras zonas de la figura, por ejemplo en la cara y en el turbante de la cabeza.

Burbujas superficiales con relleno
Burbujas superficiales con relleno

Utilizamos el microscopio gemológico para observar con detalle el interior del ejemplar y vimos que en la base tiene velos de color amarillo-naranja. Además, tiene varias hormigas comunes como inclusiones, burbujas esféricas, fisuras y materiales de aspecto terroso.

Hormiga común
Hormiga común

Con todos estos datos ya pudimos concluir que no se trataba de ámbar porque el índice de refracción del ámbar es inferior, en concreto es 1,540.  También el peso específico del ámbar es inferior, es 1,03 a 1,12.

La figura que hemos estudiado es una resina sintética de tipo baquelita. La baquelita es un fenoplástico, se sintetiza a partir de moléculas de fenol y formaldehído y puede moldearse mientras se va enfriando y solidificando, pero una vez que se enfría ya no se deforma. De ahí que se le denomine un plástico termoestable. La baquelita es resistente al agua y a muchos solventes y, además, es fácilmente mecanizable. Los velos amarillentos pueden ser colorante mal disuelto y los insectos y las inclusiones terrosas han sido colocadas a propósito para confundir y aparentar que es ámbar, pero no lo es.


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