Procedimiento de valorar joyas robadas, joyas que ya no están

A lo largo de mi vida profesional me he encontrado en muchísimas ocasiones en las que tengo que valorar joyas robadas. Por lo general la gente no es consciente de que te pueden robar las joyas, piensan que eso le ocurre al vecino pero no a mi. Otro de los motivos es el ahorro de los seguros, para que voy a gastarme tanto dinero si a mi no me van a robar, .., ¡total!, si tengo cuatro tonterias. Podría enumerar un sin fin de situaciones y motivos por los que mucha gente no se hace una valoración de joyas, pero sí puedo enumerar algunos de los motivos por los que sí  debo de hacerla. Como ejemplos citaré: para una herencia, para una separación de bienes, para tenerlas aseguradas en caso de robo, como garantía de un préstamo, para un empeño, para poderlas vender, para estar seguros de que no me han cambiado una piedra, para reconocer y demostrar que son mis joyas en caso de robo y recuperación de las mismas, para saber lo que tengo, etc.

Pero ¿que hacemos cuando ya te han robado y vienes a que te valore lo que ya no tienes?, ¿cual es el procedimiento para poder hacer una valoración y un catálogo de las joyas desparecidas, robadas o hurtadas?.  No existe un manual, no hay cursos ni academias que te enseñen. ¿Como voy a ser justo y ecuánime si no puedo ver lo que tengo que valorar?. Hay que agudizar el ingenio, ¡hay que pensar!.

Mis primeras experiencias en valoraciones de joyas desaparecidas fueron cuando estuve trabajando durante tres años para los Juzgados de Valencia como perito o experto en joyas. En todos los casos las joyas ya no estaban o se habían recuperado solo algunas de ellas.

Si tengo que valorar unas joyas robadas, lo normal es que exista una denuncia en la que hay una lista de todas las piezas desaparecidas. En la primera instancia cuando vas a denunciar el robo a la policía, no sueles acordarte de todo lo que falta y es posible que vayas varias veces hasta completar todo el listado. Las víctimas suelen aportar facturas de compra o certificados de gemas, si los tienen. Basándome en esa lista el siguiente paso es hablar con los propietarios y pedirles fotos familiares de situaciones en las que se pueda identificar alguna de las piezas denunciadas. Pero casi siempre la joya queda tan pequeña en la foto que cuando quieres aumentar la imagen para poder verla mejor esta se ve como un borrón. En contadas ocasiones hay fotos que sí te pueden ayudar a saber como era. Son muy pocos los casos en que la gente tiene alguna foto casera de sus piezas en prevención de un posible robo.

Como gemólogo y amante de mi profesión, seguramente  porque desde pequeño ya me movía entre tablices (mesas de joyero), bancos de estirar hilos, trefiladoras, manchones, sopletes, crisoles, motores de pulir, buriles, limas, seguetas, baños de electrólisis, etc. he ido recopilando en viajes a ferias y en visitas a otros proveedores y fabricantes, una innumerable cantidad de catálogos, publicaciones, revistas y folletos de joyería. Esta documentación visual que poseo en mi hemeroteca, amén de las varias suscripciones a periódicos y revistas de nuestro sector,  han creado una base de datos en mi mente, a base de ver y ver joyas, ferias, y muestrarios, datos que me ayudan enormemente a interpretar el listado de joyas robadas y reconstruir el catálogo de todas ellas.

Con todo esto,  programo una entrevista con las víctimas después de haber estudiado el listado las fotos familiares y datos de facturas de compra o certificados de gemas (si las hay). Es cuando provisto de folletos y catálogos con marcadores en las fotos que concuerdan con  las descripciones de las piezas desaparecidas, se las muestro a la víctima, y así  voy estudiando pieza a pieza, mostrándole fotos o incluso dibujando, se me da bien el dibujo,  para adaptarme a lo que me dicen que era.

Ya tenemos el tipo y la forma de joya, ya sabemos lo que es y cómo es, ahora hay que averiguar el tipo de piedras que lleva.  En base al conocimiento de los diferentes diseños y estilos, en base a que tienes que ser un poco sicólogo para saber que no te están exagerando y que acorde al tipo de persona, puedes saber o intuir que te están mintiendo o aumentando una realidad, podemos averiguar en primer lugar por colores el tipo de gema, si es zafiro, rubí, esmeralda, citrino, etc. etc. Ayuda mucho el tener un patrón de estilos de tallas para que te puedan señalar cual era, también ayuda el tamaño, que con un surtido de piedras de diferentes tallas y medidas puedes enseñar para que te indiquen a cual se perece mas. De esta manera averiguamos posteriormente en base al tamaño, el peso en quilates (carats). Pero, ¿son naturales o son sintéticas?, este punto es delicado, pienso que desde la experiencia y conociendo los diferentes estilos y diseños de joyas, puedes acertar a saber si ese artículo se monta con tal o cual gema. Lógicamente el cliente nos dirá si llevaba o no diamantes y aquí interviene una vez mas el ser un poco sicólogo. Ves a la persona, su cultura, su forma de vestir, su educación, su profesión, todos estos datos te ayudan a interpretar el tipo de joya y gema. Siempre utilizo unos patrones de tamaños de tallas brillante en circonita, para que me señalen cual es el que creen que era.

Es muy difícil llegar a una realidad exacta, y cada trabajo es diferente por cantidad o por calidad o por complejidad y tipo de piezas, pero si que es posible aproximarse adaptándose y sacando tus conocimientos según cada situación. De esta manera puedo tener una visión de todas las piezas. Una vez que tienes una visión mas concreta de las joyas, ahora es cuando voy a pasar al plano económico, es decir tengo que montar una hoja de cálculo por cada una de ellas. Es donde voy a reflejar datos numéricos:

• El primer dato es tener claro que tipo de metal es, oro de 22k, de 18K o de 14K, plata de 925/000, o platino de 950/000.  Pero ¿y el peso? ¿cómo la voy a pesar si no está?, ¡claro!. Aquí en base a mi experiencia y a conocer muchos artículos, me ayudó mucho la fase en la que trabajé en la fábrica de mi padre. Entonces los pesos ¿como se lo que pesa?, pues realmente no lo se, pero si que me puedo aproximar según el tipo y volumen de la pieza, sabiendo si es hueca, con forro, o sin forro, etc. Por comparación con otras piezas puedes comprobar el peso.
• El número de piedras y su peso, me refiero a diamantes, es complicado, dependiendo de si es un cintillo, una alianza sin fin, un tresillo, pero se complica cuando es un pavé, que tienes que calcular número de piedras y posibles diámetros, según el diámetro hay mas o menos en la misma superficie. Los carriles de baguettes que van en gradación de tamaños. Te los puedes imaginar y puedes medir mediante dibujos o con muestras físicas en circonitas. Teniendo claro el número aproximado, el estilo de talla y las medidas, existen libros con tablas y fórmulas que te indican el peso. El valor que aplico es el de calidades estándar. Está muy claro que no las se, por eso aplico calidades comerciales, las estadísticamente mas probables en cuanto a color, pureza y calidad de talla.
• Si es un solitario tanto en sortija como en dormilones, ¿cual es el  peso del diamante?. En este punto me ayuda mucho un patrón de tamaños en circonita que por comparación visual puedo acercarme a la realidad.   Para valorar el coste aplico las tablas internacionales Rapaport en base a una calidad estándar que suele ser J de color y SI de pureza, indicándolo en mi informe. En estos puntos, cuando posteriormente hay un juicio y tengo que declarar, la pregunta del fiscal siempre es ¿podría ser de mas calidad? y respondes que sí Señoría, pero la defensa si hay acusado o el representante legal de la aseguradora pregunta ¿podría ser de menos calidad? y también respondo que sí Señoría.
• Un punto a tener en cuenta es el tipo de hechura en la realización de la pieza antes de engastar. Es conveniente saber si tenía firma o marca, este dato sería de gran ayuda. Aquí tienes que exprimir tu sabiduría y según cada pieza deducir si son realizadas por procedimientos como el mecanizado, manual, microfusión, electroforming, moldes hechos con ordenador, manufactura artesanal o mixta, etc. Como remate, establecer los tipos y calidad del engastado, acorde a la importancia de la pieza y a la calidad de sus piedras. Según sean pavés de granos, carriles, garras, microgarras, chatón, pestañas, etc. etc. podremos aplicar unos precios de costes ajustados a la realidad.
• A todos los anteriores datos hay que añadir los baños o chapados, rodio, rutenio, dorado, niquelado, plateado, etc.  Una vez colocados todos los datos hay que añadir los márgenes comerciales y los impuestos para poder tener una cifra final, un valor representativo, un valor numérico para reclamar al seguro o al ladrón.

Recuerdo con mucho cariño  una ocasión en la que tuve que defender a una señora que habiendo dejado sus joyas como garantía de un préstamo, al ir a liquidar antes de su vencimiento los intereses y el capital y así poder retirarlas, se encontró con que las habían subastado por un precio de ganga. Se trataba de hacer una valoración real del conjunto de las piezas para hacer una reclamación a la empresa que las subastó antes de tiempo. Solo tenía una mini foto de una gran bandeja con muchas piezas repartidas en ella, collares de perlas, sortijas, pulseras, etc. y una papeleta donde ponía el peso del conjunto de ellas y que todas eran de oro de 18K y diamantes rubíes y zafiros.  Con esta información estudie la foto a conciencia y me di cuenta de que había una moneda en el centro. La foto estaba realizada de forma cenital, es decir habían fotografiado desde una altura de unos 40 cm. en perpendicular al centro de la bandeja. La moneda estaba en el centro. Hablé con un numismático que pudiera reconocer la moneda y me dijo el tamaño exacto y peso de ella. A continuación escalé la foto de forma que la moneda se quedara a tamaño real e imprimí de nuevo la foto. Todas las piezas se quedaron a su tamaño real. Tuve que repartir proporcionalmente el peso total que  figuraba en la papeleta proporcionalmente entre todas las piezas, medí el tamaño de las perlas y piedras sobre la foto, y así poco a poco hice un listado de cada una de ellas con su precio aproximado de venta a público. Tuve en cuenta calidades estándar, puesto que no podía comprobarlas. La cifra que calculé distaba mucho de la que se vendió y que le ofrecían.

Con  todo esto el consejo que puedo dar es que no esperen a que suceda lo peor, adelántense a lo que pueda pasar, valoren sus joyas antes de que puedan sufrir un robo. En MLLOPIS hacemos el catálogo de sus joyas fotografiándolas una a una y mostrándolas a tamaño real. Fotografiamos marcas, punzones y grabados con microscopio, realizamos los mapas de inclusiones de sus diamantes importantes, también fotografiamos las piedras de gran valor con sus inclusiones, datos que posteriormente, si sucediera algo y se recuperaran sus joyas, usted podría demostrar que son las suyas. Además de que puede hacer revisiones de valores cada cierto tiempo sin necesidad de traerlas, puesto que solo tenemos que actualizar los valores en la hoja de cálculo de cada pieza. Con la compra de su joya exija un informe gemológico que muestre todos los datos de su joya avalados por un laboratorio gemológico o por un gemólogo.

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