El diamante, como otras muchas piedras, puede ser tratado para alterar su color o pureza. El comercio de gemas ha llegado a tal nivel que ahora todo se trata, se modifica su apariencia, su color, su transparencia, su pureza. Por eso no dejamos de insistir en que para hacer un comercio «justo», se vendan las joyas con un informe gemológico y que los diamantes se acompañen de un certificado, para que de esa manera se pueda hacer una transacción completamente transparente y que las partes estén satisfechas en la operación de compra o de venta.
Los diamantes se valoran por su color, por su pureza, por su tamaño y por su calidad de talla. Es lo que se llama las 4 Cs, (en inglés: Color, Clarity, Carat y Cut) La combinación de estos parámetros es lo que se necesita para averiguar su precio. El precio viene dado por unos listados que semana a semana van apareciendo en las Bolsas de Diamantes (Nueva York, Amberes, Tel Aviv, Londres, Hong Kong), son listados para que los mayoristas puedan conocer el precio de los diamantes según su calidad. Uno de los listados mundialmente utilizado en el comercio de diamantes entre mayoristas es el Rapaport.
Un certificado de diamante realizado por un Laboratorio Gemológico reconocido, debe especificar si el diamante que se certifica lleva algún tipo de tratamiento. El reglamento y normativa en la certificación de los diamantes se regula por CIBJO en el «Libro del Diamante», este organismo nos advierte que los tratamientos deben figurar en los certificados de diamante.
Los tratamientos que se realizan a los diamantes o una combinación de ellos son : Los números entre paréntesis corresponden al epígrafe del «Libro del Diamante»
- – Calentamiento (templado): Modificar la apariencia de un diamante mediante un proceso térmico, por ejemplo en un horno o cualquier otro aparato que proporcione calor. (4.21)
- – Irradiación: Exposición de un diamante a una radiación. (4.25)
- – Irradiación + templado: Combinación de calentamiento mas irradiación. (4.25 y 4.21)
- – Alta Presión Alta Temperatura (HPHT): Modificar la apariencia de un diamante mediante un tratamiento que involucra altas presiones y altas temperaturas en conjunto. (4.22)
- – Recubrimiento: Capa de una sustancia que cubre la superficie o parte de la superficie de un diamante como protección, coloración o decoración, una capa de revestimiento. (4.6)
- – Relleno de fisuras: Empleo de una sustancia, como por ejemplo el vidrio, para ocupar parte o el total de una fisura en el diamante; penetrando en ella, extendiéndose por ella, ocupándola completamente o rellenándola con el propósito de hacerla menos visible. (4.16)
- – Perforación con láser: Creación de un canal mediante láser desde la superficie de un diamante hasta una inclusión (generalmente negra). Este canal se utiliza como conducto que permite un tratamiento químico de la inclusión, generalmente cambiando su apariencia de negro a blanco.(4.26)
- – Perforación interior con láser: Uso de un láser para calentar una inclusión en un diamante (4.10) provocando así su expansión y la creación de fisuras que llegan a la superficie. Esto permite a su vez un tratamiento químico de la inclusión que, generalmente, cambia su apariencia de negro a blanco. (4.24)
- – Tinción: Aplicación de un tinte a diamantes para producir color.
- – “Foiling” (recubrimiento con lámina metálica): Lamina fina de metal plateado y bruñido, recubierta de colores transparentes y aplicada a las facetas de la culata de un diamante, o cerca de ellas. (4.15)
Manuel Llopis es Gemólogo, Especialista en Diamante y Piedras Sintéticas Modernas, por la Universidad de Barcelona. Fundador y director del Laboratorio Gemológico MLLOPIS de Valencia.
Excelente artículo, no dejen de mandar más